Satélites, la solución para prevenir aludes o dar con montañeros desaparecidos ante la falta de cobertura
Un acuerdo de Hispasat, el Conselh d'Aran y el Mobile World Capital dará conectividad satelital a zonas remotas de alta montaña en el Valle de Aran
![El paisaje del valle de Artiga de Lin, en el Valle de Aran](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2022/03/02/senderismo-foto_0013_Capa-9-U41454446748SaI-1248x698@abc.jpg)
Aprovechar los satélites para ofrecer conexión a las zonas remotas que todavía están sin cobertura. Hispasat, Mobile World Capital (MWCapital) y el Conselh Generau d'Aran se han unido para presentar este miércoles desde el Mobile World Congress (MWC) un proyecto que está llamado a suponer desde el minuto uno un claro beneficio tanto para los araneses como para los miles de visitantes que, por turismo, deporte u otro tipo de ocio, acuden a la zona.
El proyecto, en el que también colabora el departamento de la Vicepresidencia y de Políticas Digitales y Territorio de la Generalitat y Arantec, se desplegará en el Valle de Aran, una zona que a pesar de ser una de las más pobladas de los Pirineos tiene muchas zonas de montaña aisladas y sin cobertura. Allí, con la ayuda de la tecnología, se ofrecerá conectividad de banda ancha y se espera así poder intervenir ante la prevención de desastres naturales, como aludes, inundaciones, incendios, pero también ante el turismo de montaña o el control de la fauna salvaje, sobre todo los osos de la zona, y la ganadería que sufre sus ataques.
Así, excursionistas o esquiadores que se pierden o ríos a punto de desbordarse, por ejemplo, pueden beneficiarse de la conexión para evitar desgracias mayores. Los impulsores del proyecto prevén implantar, a modo de ejemplo, la sensorización de ciclistas y senderistas, controles de aforo o de parkings en zonas naturales o la monitorización de aludes . Todo gracias a una conexión de internet inexistente a día de hoy y que será fácil gracias a los satélites de Hispasat y Arantec, empresa autóctona que se encargará de poner sobre el terreno los sensores y otras tecnologías de monitorización.
Precisamente para llegar a puntos remotos el proyecto fija uno de sus centros de operaciones en el refugio de montaña de la Artiga de Lin , una zona muy concurrida por los amantes de la montaña y que actualmente no tiene ningún tipo de cobertura. Aunque el proyecto todavía no se ha puesto sobre el territorio, la intención es ubicar allí una de las antenas del proyecto sobre el que llegue la señal de los satélites, ubicados a unos 36.000 kilómetros de la Tierra, y se pueda extender la conexión, tal y como explican a ABC portavoces de Hispasat.
«Hasta las queserías asturianas o las ganaderías gallegas»
«Hemos visto que allí donde todavía no llega la fibra tenemos la oportunidad de hacer llegar otras tecnologías y que pueden ayudar a dar un salto al mundo rural», ha destacado Carlos Grau, CEO de MWCapital durante la presentación del convenio. «Con este proyecto se nos abre un mundo de oportunidades », ha clamado Jordi Hereu, el exalcalade de Barcelona que ahora preside Hispasat y que ha explicado con una pasión desbordante que el proyecto ayudará a «garantizar la universalización de la conectividad digital». Para Hereu, de los frutos que saldrán de la experiencia del Valle de Arán se podrán llegar a beneficiar muchas otras zonas rurales, «desde las queserías asturianas a la ganadería gallega».
Desde Arantec insisten en la misma idea. «Generaremos una tecnología que seguramente será exportable al resto del mundo , porque lo que puede ocurrir en el Pirineo puede ocurrir también en los Alpes franceses o la Patagonia argentina», ha remarcado Eisharc Jaquet, CEO de la compañía. Maria Vergés, la síndica de Aran, ha agradecido enormemente el proyecto y ha considerado que supondrá un cambio de paradigma para el territorio. Tanto ella como David Ferrer, secretario de Políticas Digitales de la Generalitat, han incidido además en que la conectividad es un derecho fundamental que la ciudadanía cada vez reclama con más fuerza.
De momento, la iniciativa es solo una prueba piloto que cuenta con 50.0000 euros iniciales de los impulsores y que arrancará «de manera inmediata» sobre el terreno. Sus impulsores se han conjurado para poder regresar en un año al MWC y poder explicar entonces sus buenos resultados.
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