Santi Rodríguez - Tribuna abierta
Tercermundistas digitalmente
«Sin duda, alguien no evaluó que unas ayudas que llegarían a 10.000 personas de un colectivo de más de 500.000 provocarían una avalancha»
Uno de los colectivos más afectados, no por la pandemia, pero sí por las decisiones que toman las administraciones, son los autónomos, por tratarse de las empresas más pequeñas, muchos sin empleados y sin más ambición que el autoempleo, otros con unos pocos empleados, pero que globalmente representan un volumen muy importante del empleo en nuestra sociedad. Sin ir más lejos, en Cataluña son más de 500.000 los autoempleados como autónomos, que además suelen ser el eslabón más débil de nuestra economía, ya que no suelen tener acceso a los grandes mecanismos de financiación.
Así, desde el primer día que se tuvieron que adoptar medidas de cierre de actividades para intentar contener la pandemia, han sido muchas y muy diversas las voces que han reclamado ayudas a este colectivo, tanto por su debilidad financiera como por el impacto sobre el empleo.
Atendiendo a la escasez de ayudas, se agradece que la Generalitat dedique 20 millones de euros a autónomos, incluso puede haber buena voluntad cuando se distribuyen en concurrencia no competitiva, para que las ayudas lleguen con rapidez a sus destinatarios. Pero se debieron evaluar las consecuencias.
La concurrencia no competitiva consiste en dejar los 20 millones, en paquetes de 2.000 euros, en medio de una plaza pública, y el primero que lo alcanza se lo lleva. Las imágenes de cientos de miles de persones peleando por conseguir un paquetito, coincidiríamos todos en que sería impropia de una sociedad moderna, diríamos que tercermundista. Pues exactamente eso es lo que sucedió ayer y antes de ayer, sólo que la plaza era digital, y la imagen que se vio fue «Error 504» y la frustración de pasarse horas ante el teclado desgastando la tecla F5, una imagen tercermundista digital.
Sin duda, alguien no evaluó que unas ayudas que llegarían a 10.000 personas de un colectivo de más de 500.000 provocarían una avalancha, digital eso sí, y es que hasta en eso somos los más modernos de entre los modernos. Luego nos hablarán de la república digital o de la Agencia Espacial Catalana.