Santi Rodríguez - Tribuna abierta
Irrespetuosos con la democracia
Los mismos legisladores que elaboran leyes pretenden atender o no las leyes a su antojo
Resulta curioso que aquellos que se llenan la boca de democracia para cometer sus tropelías, es decir, los secesionistas catalanes, sean los primeros que ante cualquier circunstancia se les ocurre suspender la democracia. Efectivamente, ante la resolución de la Junta Electoral Central de hacer efectiva la inhabilitación por sentencia judicial por desobediencia de un diputado de la CUP, a los partidos independentistas no se les ocurre nada mejor que intentar paralizar la actividad del Parlament de Catalunya.
No es la primera vez que, en los últimos años, actúan así pero la situación no deja de ser sorprendente a la vez que paradójica: tanta relevancia le dan al Parlament que a la primera de cambio lo menosprecian soberanamente suspendiendo su actividad, como si la tarea parlamentaria fuera menos importante que sus reivindicaciones políticas y por tanto, partidistas.
Más importante es la paradoja que supone que, siendo el Parlament de Catalunya una cámara legislativa de representación popular, cuyas leyes son de aplicación a todos los ciudadanos, haya quienes crean que tienen la potestad de elegir qué leyes cumple y cuáles no.
Esta es la situación, los mismos legisladores que elaboran leyes pretenden atender o no las leyes a su antojo y a su interés, según este peculiar criterio, ellos, y sólo ellos, deben poder desobedecer las leyes que a ellos les apetezca, y ser impunes a las sanciones que las propias leyes imponen.
La igualdad ante la ley es un principio básico de las democracias, y en democracia el papel de las cámaras legislativas no solo es fundamental, sino que debe ser ejemplar, por todo ello, menospreciar el trabajo del Parlament, desobedecer leyes democráticas, y además pretender la impunidad, es una clara demostración de falta de respeto por la democracia.