Sant Jordi dejó 1,3 millones de libros vendidos y una facturación de más de 18 millones de euros
La jornada superó con creces las previsiones y alcanzó el 85% de la facturación de 2019
Las impresiones fueron inmejorables y los datos no han hecho más que confirmarlas: el Sant Jordi de la desescalada y la remontada, el primero más o menos normal después del apagón de 2020, dejó 1,3 millones de libros vendidos y más de 18 millones de euros de facturación, según ha estimaciones del Gremio de Libreros de Cataluña. «La fiesta de Sant Jordi fue un éxito», resume la Cámara del Libro de Cataluña en un comunicado que destaca especialmente el comportamiento cívico de la ciudadanía durante la celebración del Día del Libro.
«Tras el recuento final de la actividad, tanto de las paradas en la calle del 23 de abril como de los días previos y el día siguiente, en el que también hubo mucha afluencia de lectores en las librerías, el Gremio de Libreros estima que se superaron todas las expectativas. Las ventas fueron ligeramente superiores al 85% de las que se registraron en el año 2019, lo que significa cerca de 1,3 millones de ejemplare«, detalla el gremio. En 2019, la facturación final de Sant Jordi fue de 22,16 millones de euros y 1,64 millones de ejemplares vendidos, mientras que las previsiones más optimistas hablaban de 900.000 ejemplares vendidos y 13 millones de euros en caja.
En el balance final, el podio de libros más vendidos queda formado por 'La dona de la seva vida' de Xavier Bosch y 'Consumits pel foc' de Jaume Cabré en ficción en catalán; y 'Sira' de María Dueñas, e 'Independencia', de Javier Cercas en ficción en castellano. Completan el ránking títulos como 'Tàndem', de Maria Barbal, 'Transbordo en Moscú', de Eduardo Mendoza, 'A cor obert', de Oriol Mitjà, y 'El humor de mi vida', de Paz Padilla.
Como viene siendo habitual, durante este Sant Jordi también se repitió la tendencia de los últimos años y más de la mitad de libros vendidos, un 53%, fueron en catalán, frente a un 47% en castellano. Una proporción que durante el resto del año es claramente inversa, con porcentajes cercanos al 70% en castellano y al 30% en catalán.