«Salimos con las convicciones e ideales más fuertes que nunca»
Los exconsejeros en libertad harán campaña sin contravenir la decisión del juez Llarena
«Nos han querido humillar pero no nos hemos dejado, y lo decimos alto y claro: salimos con nuestra dignidad, convicciones e ideales más fuertes que nunca». Son palabras de Josep Rull , uno de los tres exconsejeros de la Generalitat de Cataluña que hasta el lunes estaban en prisión provisional y que no esperaron ni veinticuatro horas para subirse al autobús de la campaña del próximo 21-D. Antes de Rull, la misma noche de su llegada a Cataluña, Carles Mundó ya participó en un mitin de ERC en Vic (Barcelona).
Además de Rull y Mundó, Jordi Turull también intervino en la mañana de ayer en un acto de Junts per Catalunya (JpC). Dolors Bassa (ERC) hizo lo propio por la tarde en Torroella de Montgrí (Gerona). Y está previsto que hoy Raül Romeva (ERC) intervenga en Valls (Tarragona). Por su parte, todavía no se sabe si Meritxell Borràs -que no es candidata- participará en los mítines de JpC.
De esta manera, Rull y Turull, con JpC, en un acto desde el mismo sitio que la Generalitat utilizó como centro de prensa el 1 de octubre; y Mundó y Bassa, con ERC, en otros actos -uno de Mundó en la prisión Modelo de Barcelona, que ya no está operativa-, evidenciaron que tienen la intención de implicarse plenamente en la campaña electoral del 21-D.
Turull señaló que la cita electoral demostrará al mundo «quién necesita solo las urnas para convencer en Cataluña y quién necesitas las porras». Y Mundó indicó que «la normalidad no se recupera con el 155, se recupera ganando las elecciones del 21-D».
Los cuatro hicieron referencias a los otros exconsejeros que siguen en prisión preventiva: Oriol Junqueras y Joaquim Forn ; así como a «los Jordis». Turull recordó que la voluntad de JpC es ganar el 21-D y «restituir» a Carles Puigdemont como presidente.
Prgramas de JpC y ERC
En esta línea, Mundó se posicionó respecto a la decisión del juez instructor del Tribunal Supremo que lleva su caso, el del resto de exconsejeros y de Puigdemont, Pablo Llarena , que ayer retiró la orden europea de detención contra los exmiembros del gobierno catalán que están en Bélgica: «Fuera del Estado español nadie entiende que, por una cuestión política, se pueda pedir a gobernantes democráticos, que cumplían con el programa electoral por el que fueron elegidos, hasta 30 años de prisión por unos delitos claramente políticos como son los de rebelión y sedición».
Turull y Rull harán campaña para el 21-D en base a un programa electoral que mantiene el compromiso firme de «continuar, de acuerdo con el madato democrático del 27 de septiembre y del 1 de octubre, la construcción de la República catalana».
El documento con el que JpC se presenta ante los ciudadanos pivota sobre siete puntos claves, resumidos en uno: que Puigdemont sea de nuevo presidente de la Generalitat.
Respecto a la posibilidad de seguir con políticas unilaterales, JpC no lo detalla, pero sí señala que no renuncia a la idea de la autodeterminación de Cataluña y, puntualiza, «priorizando» las vías de diálogo -sin una renuncia explícita a las vías unilaterales-, para «hablar de todo», y no reconociendo la Constitución como el marco legal máximo en España, ya que «los tratados internacionales» prevalecen sobre aquella.
Raül Romeva, Carles Mundó y Dolors Bassa, por su parte, también asumen el programa electoral de ERC, que va en la misma línea que el de JpC en estos asuntos. El partido de Junqueras dedica un epígrafe a explicar su «Compromiso con la ciudadanía para la República catalana» .
En cinco puntos, ERC «trabajará para hacer efectivo el reconocimiento del derecho a la autodeterminación ejercido por el pueblo de Cataluña en el referéndum del 1 de octubre», «exige la libertad de los presos políticos (...) y el fin de la presión policial y judicial que coarta el ejercicio de las libertades públicas de la ciudadanía», defender las instituciones autonómicas de la «agresión» que supone «la arbitraria aplicación del artículo 155», «hacer realidad la república catalana» y, sobre todo, «emplazar al Estado español, y a la vez a las instituciones europeas, para que asuman una negociación bilateral a través de la que (...) se haga posible el acceso de Cataluña a la plena independencia y la efectiva y pacífica articulación democrática de la república catalana».
A diferencia del programa de Junts pel Sí (JpS), en 2015, ahora ni JpC ni ERC fijan plazos para llevar a cabo sus programas. En 2015, JpS estableció un límite de 18 meses para proclamar la república.