Rosas en guerra: el proceso independentista marchita Sant Jordi
Òmnium anima a comprar flores amarillas, los productores defienden la tradicional roja y Tabarnia se descuelga con la versión blanca
Nueva polémica en Cataluña a cuesta del proceso independentista, esta vez por el color de las rosas de Sant Jordi . Òmnium Cultural ha propuesto esta semana que los ciudadanos regalen durante la diada del próximo 23 de abril rosas amarillas para reclamar la libertad de los líderes políticos catalanes que están encarcelados.
"La Diada de este año será especial porque tendremos un único color, el color de la libertad. Entre todos la convertiremos en un gran clamor para reivindicar la libertad de los presos políticos", apuntaban recientemente en su cuenta de Twitter."¡Llenemos las calles de dignidad! ¡Este Sant Jordi, la rosa es amarilla!", añadían.
La medida ha indignado a parte de los floristas, que lamentan que las rosas amarillas tendrían que ser importadas, ya que los floricultores catalanes, p ara los que Sant Jordi supone uno de los días con más negocios del año, están centrando su producción en las tradicionales rosas rojas . Así que tras la iniciativa de Òmnium ha surgido la petición de que no se manden rosa amarillas y que, en todo caso, se envuelvan o decoren con tonos amarillos. Algunos, por ejemplo, abogan por poner lazos amarillos a las rosas.
La controversia llevó ayer a Òmnium y al Gremio de Floristas de Catalunya a puntualizar que la campaña 'Este Sant Jordi, la rosa es amarilla' "no afecta ni perjudica en ningún caso la producción ni el mercado de rosas rojas" en Cataluña. Ambas entidades quisieron incidir en que no se trata de una campaña excluyente . "Se anima a los ciudadanos a regalar, además de la tradicional rosa roja, una de color amarillo, un color que se ha convertido en un símbolo de solidaridad con los presos políticos y sus familiares", afirmaron en un comunicado conjunto.
Ambas instituciones han recordado que l a Diada supone un "pico extraordinario en la venta de rosas habitual" y, para cubrir esta demanda, una gran parte de las flores son de importación, y por ejemplo, el año pasado solo fueron producidas en Cataluña el 10% de las vendidas. Òmnium ha querido dejar claro que se trata de una acción propia de la entidad, que realiza "en contacto permanente" con el gremio, los mayoristas del Mercado de la Flor de Vilassar y Mercabarna, para evitar perjudicar al pequeño productor.
Tabarnia también tiene rosa
Por si la polémica no estuviera servida, Tabarnia se ha sumado al conflicto animando a comprar rosas blancas. "Este Sant Jordi la rosa es tabarnesa", claman desde la plataforma antiindependentista.