Álex Ramos - Tribuna Abierta
El rosario catalán
El nacionalismo catalán es lo más parecido a una religión con su liturgia
El 4 de julio se conmemora la independencia norteamericana y es la fecha escogida por el president Puigdemont para explicar su referéndum, el enésimo acto independentista. El objetivo es mantener la tensión y la motivación para los seguidores. Es lo que vendría a ser otro misterio más del rosario del “procés” para alentar la fe de los creyentes independentistas. El nacionalismo catalán es lo más parecido a una religión con su liturgia.
En este escenario y un día antes, el 3 de Julio, Puigdemont cesó fulminantemente al Consejero de Empresa Jordi Baiget. El motivo fue sincerarse públicamente con lo que muchos opinan en privado, “probablemente no podremos organizar el referéndum, por la fuerza del estado”. El cese fue por exigencia explícita, entre otros de la CUP, que le recordaban “si no te atreves, apártate, que hay miles dispuestos”.
Este episodio refleja un secreto a voces, la coalición Junts pel Si parece hacer aguas, PDCAT se está descomponiendo y el beneficiado será el socio Oriol Junqueres y ERC. ¡Vaya negocio, piensan en PDCAT! Además Puigdemont no es el líder de este partido, solo es un fichaje de última hora para intentar culminar el procés después que, otra vez la CUP, apartara a Artur Mas.
El referéndum del 1 de octubre no es la solución, pues es ilegal y además quieren imponerlo unilateralmente. No estaba en el programa de Junts pel Si. No lo avala la Comisión de Venecia del Consejo de Europa, por inconstitucional. El Consejo de Garantías Estatutarias catalán dictaminó que la Generalitat no tiene competencias para este referéndum.
La solución democrática es, hablar sin descanso, negociar y buscar un acuerdo legal y constitucional. Después del acuerdo, podría someterse a referéndum entre la ciudadanía catalana y toda la población española, como hicimos en 1978. ¡Y nos fue bien!
Álex Ramos es vicepresidente de Societat Civil Catalana
