Joan Carles Valero - Letras expectativas
Regreso a lo bueno
Innovar no solo es inventar nuevos productos o servicios. Existen filones de tendencias con mucho recorrido en negocios tradicionales
Innovar no solo es inventar nuevos productos o servicios. Existen filones de tendencias con mucho recorrido en negocios tradicionales pese a tratarse de mercados maduros. Cosas de toda la vida, como el aperitivo o comer en la Barceloneta que, debidamente innovadas, logran conectar con el público actual porque no son meros envoltorios nuevos. Eso ha hecho Albert Adrià con el momento del vermut y la familia Ballarín-Vall-llaura-Francès en el popular barrio de la Barceloneta con su Nou Ramonet, fiel al original en el trato cálido y la veneración por la cocina marinera, pero con formato más divertido y una carta renovada por Jordi Herrera, chef del Manairó.
Original la interpretación de la popular «bomba» de la Barceloneta; las sardinas en directo o con tomate seco y sofrito de berenjena y cebolla dulce; mejillones al vapor con alioli de manzana o el mar y montaña de meloso de ternera y gamba blanca. Por no hablar de los arroces y pescados, como el acabado en cremoso de queso seco al romero, los canelones de buey de mar con chips de pescado y tostadas, el rape asado con patatas y butifarra negra o la dorada en suquet de cangrejo y puerros a la griega. El mar, el barrio y el producto en estado puro son la esencia de este versátil y amplio local al alcance de todos los bolsillos.
Albert Adrià ha innovado la hora del vermut con la gama de productos La Cala. El concepto parte de la fusión entre el aperitivo, la tapa y las conservas, pero con la supervisión del chef que forjó su trayectoria junto a su hermano en elBulli. Y es que Albert Adrià y su brazo comercial en La Cala, Alvaro Montero, cuidan los productos en asociación con fabricantes y conserveros de renombre con los que colaboran para garantizar una alta calidad. La marca actúa de paraguas para una treintena de productos que se pueden encontrar en medio centenar de establecimientos catalanes: desde las áreas gourmet de El Corte Inglés a las charcuterías más selectas, los colmados de delicatessen y algunas bodegas, bares, restaurantes y hoteles que introducen a sus comensales en el mundo del aperitivo antes de dar cuenta de sus cartas. La Cala-Albert Adrià es un homenaje a nuestro aperitivo, al vermut de toda la vida pero con la creatividad e ingenio personal de uno de los iconos de nuestra gastronomía. La gama bebe de la nostalgia por el vermut de siempre pero trasladada al presente con toques de innovación y originalidad. Dos ejemplos de regreso a lo bueno.