Joan Carles Valero - Letras expectativas
El referente de Quimet
Era un peón de la información económica que, siempre atribulado, corría para entregar sus textos al «Ciero» y al primer diario en catalán de la democracia
El Colegio de Periodistas y la Asociación de Periodistas de Información Económica de Cataluña (Apiec) rindieron ayer un homenaje a Joaquim Perramon, Quimet para los amigos, en el décimo aniversario de su muerte. Todavía recuerdo a Quimet subiendo y bajando por el edifico de Editorial Mencheta de la calle Lauria donde convivían El Noticiero Universal y el Avui, que nació el 23 de abril de 1976. Era un peón de la información económica que, siempre atribulado, corría para entregar sus textos al «Ciero» y al primer diario en catalán de la democracia. Quien suscribe estas líneas era entonces auxiliar de redacción (lo que viene a ser un becario de la actualidad) en el vespertino barcelonés que dirigía Tarín Iglesias. Admiraba a Quimet no solo porque era considerado un referente de la información económica, sino por su capacidad de trabajo, afabilidad y honestidad. De ahí que el resto de sus compañeros decidieran por unanimidad que fuera el primer presidente de la Apiec.
Años después, cuando Quimet ya estaba jubilado y gozaba de más tiempo libre, compartimos comidas en variopintos restaurantes de Barcelona, a los que solía llevar a sus amigos en busca de la autenticidad que él profesaba. Siempre de buen humor, era un hombre integrador con gran capacidad de trabajar con gente diversa, tanto de edad como de intereses e ideología.
Su preocupación por la ética también le llevó al secretariado del Consejo de la Información de Cataluña, al lado de los presidentes Llorenç Gomis y Francisco González Ledesma. Con Quimet, la comunidad catalana fue pionera en España en manifestar inquietud deontológica. Por eso creo que estaría sufriendo al ver que ahora el Colegio de Periodistas mantiene una culpable equidistancia cuando desde la Generalitat se ataca a un medio de comunicación y a su director («El Periódico», Enric Hernández) por hacer su trabajo, pero se rasga las vestiduras porque la Guardia Civil registra un semanario comarcal que presuntamente ha colaborado en la impresión de propaganda declarada ilegal, y hace comunicados en favor de la libertad de expresión ante la mera entrega de notificaciones a varios medios por parte de la juez que instruye las causas abiertas por el 1-O para avisarles de que no se puede publicar publicidad institucional del referéndum ilegal. Este no es el periodismo responsable que Quimet supo dignificar.