La recuperación del paraíso
El filósofo Antonio Fornés emprende este lunes su cuarto ciclo de charlas «sentipensantes» en la Casa del Libro del barcelonés Paseo de Gracia
El mito fundacional vigente en el mundo cristiano se basa en una efímera estancia de Adán y Eva en el Edén. Fueron los primeros pasos de la humanidad sobre el paraíso, una plácida vida de felicidad que se truncó por violar la única prohibición que había impuesto Dios: no comer del fruto del árbol del conocimiento, que en la Biblia aparece como árbol de la ciencia del bien y del mal. Por culpa de la temible serpiente, a cuya mirada se le atribuyen capacidades hipnóticas, Adán y Eva comieron el fruto del árbol prohibido y la Biblia narra que “ abriéronse los ojos de ambos ” poco antes de ser expulsados del paraíso y, con ellos, todos nosotros, sus descendientes.
La pérdida del paraíso, donde no se conocía ni la muerte ni el trabajo ni el sufrimiento y siempre se tenía abundante alimento al alcance de la mano, supuso la caída de la humanidad y el abandono de la cercanía de Dios. Esa idea aparece en multitud de culturas y tradiciones como la antigua y gloriosa edad de oro de la humanidad. Por eso tendemos a ver el pasado con melancolía y a considerar la caída primigenia que nos alejó del paraíso como el origen de todos nuestros males. Fantasía y ficción nada tienen que ver. La fantasía es parte de la naturaleza humana. Existe en los sueños, los temores, las ilusiones, las esperanzas y las elucubraciones, mientras que la ficción selecciona y estructura las fantasías y las convierte en relatos para habitar nuestra contradictoria y confusa realidad.
“El paraíso. Una mirada filosófica y política”, es el título del cuarto ciclo de charlas que este lunes, 20 de septiembre (19 horas), emprenderá el filósofo y escritor Antonio Fornés en la Casa del Libro de Barcelona (Paseo de Gracia, 62). El ciclo se inaugura con la visión del paraíso en la filosofía de Dante Alighieri justo en el 700 aniversario de la muerte de este gigante de Occidente. Dante es el paradigma del incomprendido genio de vida difícil, porque pasó la mayor parte en el exilio, aunque fue publicando con éxito su obra por partes. Fue capaz de sintetizar la historia universal, la cultura antigua y las inquietudes de su época en un poema ambientado en el inframundo.
Se dice que, quienes veían pasar a Dante, murmuraban aterrados: “¡Ese es el hombre que ha estado en el infierno!” Fornés avanza sobre su charla que “la Divina es, desde luego, una fantástica alegoría de la ascensión del alma, desde el pecado, hasta la contemplación extática de la divinidad, pero al adentrarnos en el paraíso dantesco podemos observar también una propuesta de estructura política que, aunque medieval, sigue teniendo un profundo interés y utilidad teórica en nuestros días”. En el paraíso de Dante reina una figura clave en la vida del autor de la Comedia: Beatrice, la joven de la que se enamora perdidamente en su juventud, tal y como rememora en su primera obra, “Vita nuova” (1292).
Gonzalo Sánchez cita en un despacho suyo difundido por la agencia EFE sobre la conmemoración en Italia del VII centenario de la muerte de Dante, que la muchacha de la que el genio se enamoró murió veinteañera, pero el poeta nunca la olvidó y describió su reencuentro ideal en el mundo reservado a los puros de corazón. “Es el amor lo que mueve al sol y al resto de las estrellas”, dice el verso con el que Dante cierra su periplo imaginario, que no es otra cosa que un viaje de salvación, de la oscuridad a la luz. Una metáfora pertinente en estos momentos en los que atravesamos el infierno de la pandemia.
Para Fornés, en esta época de exaltación de lo material, de lo científico, de lo tecnológico, es decir en estos días de sacralización de una racionalidad descarnada, conviene tener en cuenta la interpretación de Shestov: “Una vez que los hombres tendieron el brazo hacia el árbol del conocimiento, perdieron para siempre su libertad. O dicho de otro modo: les quedó la libertad, pero sólo la de elegir entre el “bien” y el “mal”. Para el filósofo, la reflexión sobre el paraíso debe ser, esencialmente, una reflexión sobre el exceso de racionalidad, “un exceso que ha cegado al resto de ámbitos de la existencia constriñendo nuestro mundo a lo racional, a leyes perpetuas y estrictas de las que no podemos salir, un mundo nada libre sino perfectamente prefijado en el que dos más dos son siempre cuatro”. Porque, parafraseando de nuevo a Shestov, ¿y si la auténtica libertad no reside en la posibilidad de elegir entre el bien y el mal como estamos ahora condenados a pensar?, ¿y si la libertad con mayúsculas es la fuerza y el poder de impedir que el mal penetre en el mundo?
Fornés señala que tal vez por ello la melancolía por el paraíso sea tan parecida a la melancolía por la infancia perdida. “Tanto en el paraíso como en la infancia, el hombre era realmente libre, pues no debía elegir, sino, exento de condicionamientos morales, simplemente podía dejarse llevar por quién es superior a él, sin constreñimientos, sin reglas, en un mundo inundado de amor en el que el mal y los límites no existen”. Para reflexionar sobre esa subyugante cuestión, Fornés irá de la mano de otros dos grandes de la literatura que, además de Dante, también escribieron magistralmente sobre el paraíso: John Milton y Andrei Platonov.
El 18 de octubre la charla del ciclo tendrá como título “John Milton: la política y el mal en la intimidad del paraíso”. Fornés adelanta que la primera revolución burguesa de la historia no fue la francesa, sino la inglesa, y también le costó la cabeza a un rey. Para el conferenciante, “desde ese contexto no es difícil establecer un paralelo entre los hechos revolucionarios y las tesis del paraíso de Milton: la pérdida del paraíso y por tanto la adquisición del conocimiento del bien y el mal, paradójicamente ascendieron al hombre a un nuevo, y superior, escalón existencial y político”.
Andrei Platonov, o la febril búsqueda del paraíso en la modernidad es el título de la tercera y última charla de este ciclo, programada en el mismo lugar y hora para el 15 de noviembre. Fornés avanza que una de las características esenciales de la modernidad es la recuperación de la idea de paraíso, “pero no en forma de melancolía de un tiempo mejor, sino de anhelo escatológico y confianza, ¿desmedida y milenarista?, en que la razón humana instaurará un auténtico paraíso en la Tierra”. La novela “Chevengur” de Platonov es, a juicio del conferenciante, “un retrato terrible de esta modernidad que ha decidido que lo mejor está, no se sabe muy bien porqué, junto a la línea del horizonte”.
Las anteriores charlas, coorganizadas por Editorial Diëresis, se celebraron entre los anaqueles de la sección Ocio y Bienestar de la librería con gran concurrencia de público. El ciclo celebrado antes del confinamiento pandémico fue un presagio, puesto que las conferencias filosóficas trataron sobre la angustia como uno de los fenómenos que marcan la contemporaneidad. Los dos anteriores ciclos fueron seis encuentros dedicados a la filosofía medieval, el pensamiento de Al-Andalus, la poesía como forma lúcida de filosofía, la Revolución Francesa, los pensadores catalanes de la Edad Media y el colofón de un debate entre Antonio Fornés y el también escritor Jesús Vila para ilustrar con racionalidad la eterna pregunta sobre la existencia de Dios, trasunto al que el filósofo dedicó uno de sus libros: “Creo. Aunque sea absurdo, o quizá por eso” (Diëresis).
Se trata de charlas gratuitas que hacen sentir y pensar al público, porque el filósofo habla al corazón y a la razón con el lenguaje de la verdad, hasta el punto de encarnar una divulgación “sentipensante”, concepto que divulgó Eduardo Galeano. La singular experiencia de hablar de filosofía en una librería arrancó con un viaje a la sabiduría a través de los grandes filósofos y sus grandes temas. Otra versó sobre la filosofía como la más auténtica fórmula de autoayuda para reiniciarse, no en vano Antonio Fornés es autor de “Reiníciate: Si ellos cambiaron su vida, tú también puedes” (Diëresis). También hubo charlas con incursiones en la ética y la política de la modernidad a partir de responder a la cuestión: ¿Son demócratas las abejas?, asunto al que el conferenciante y Jesús Vila dedicaron el libro del mismo título lanzado por Editorial Diëresis tras el confinamiento.