Alberto Fernández - Tribuna Abierta
Los récords negativos de Colau
El aumento de los hurtos y los hechos delictivos en Barcelona demuestran que Colau debería «autocesarse» como máxima responsable municipal de seguridad
Desde la llegada de Ada Colau a la alcaldía de Barcelona en 2015, y por segundo año consecutivo, la inseguridad sigue creciendo de manera preocupante en Barcelona. Según datos de la Guardia Urbana y Mossos, los delitos en la capital catalana aumentaron un 7,47%, situándose en los 189.411 hechos delictivos, con una media de 306 robos diarios. Además, los hurtos han crecido un 9,8%, pasando de los 102.648 a 111.966 en 2017. Este hecho constata que Colau ha bajado la guardia en seguridad y pulveriza todos los récords negativos en materia de seguridad.
Sin duda, el aumento de los hurtos y los hechos delictivos demuestran que Colau debería «autocesarse» como máxima responsable de seguridad de Barcelona, ya que el repunte de la delincuencia es consecuencia de sus nefastas políticas como alcaldesa. Actualmente existe un vacío en seguridad, tal y como demuestra la pasividad del gobierno Colau con el problema del «top manta» o los narcopisos. Por eso, es necesario nombrar un nuevo regidor de seguridad e incrementar las patrullas de Urbana y Mossos por las calles de la ciudad.
Cabe destacar que Colau fue incapaz de convocar nuevas plazas de Guardia Urbana en su primer año como alcaldesa, dejando pasar la convocatoria de 2016, lo que ha provocado que actualmente haya un déficit de agentes, ya que hasta este junio la nueva promoción, convocada en 2017, no estará operativa. Ahora Colau pretende cargar la culpa de este déficit al Gobierno del Estado para intentar tapar que la seguridad de los barceloneses nunca ha sido una prioridad para su gobierno municipal.
A todo esto debemos sumar que Colau es permisiva con la acampada independentista que lleva dos meses en plaza Cataluña, una acción que perjudica la imagen de Barcelona y que genera un efecto llamada. Una muestra más de la dejadez de funciones de la alcaldesa, que se salta las ordenanzas y permite actividades sin licencia como conciertos, bingos y venta de alcohol en plena plaza.