La reconstrucción de los hechos de Tarragona: una cadena de errores
Las sirenas quedaron mudas mientras a través de internet los servicios de emergencias llamaban al «confinamiento»
«Por el humo supimos dónde estaba el fuego», así resumen desde los Bomberos de la Generalitat la ausencia de información con la que trabajaron el pasado martes tras la explosión de la planta química de Tarragona. ABC reconstruye la secuencia de hechos que condujeron al estallido del reactor –considerado uno de los incidentes más graves de la industria española de los últimos años– y la reacción posterior de los servicios de emergencia. Según fuentes del cuerpo consultadas por este diario, la magnitud de la situación se dimensionó una vez los bomberos estaban ya sobre el terreno. Iban a ciegas, reconocen.
El relato de los hechos concreta que los primeros bomberos llegaron de los cercanos parques de Tarragona, Reus, Valls y Cambrils después de que varios vecinos avisaran a través del teléfono de emergencias 112. También combatieron las llamas desde el minuto uno bomberos «privados» de la petroquímica.
Según informan desde Protección Civil, la empresa no avisó en ningún momento de que había estallado un depósito en el interior de sus instalaciones, algo que Iqoxe niega. Estas lagunas informativas, apuntan, no se deben al hecho de que los empleados que estaban en la planta en el momento de la explosión (entre los que se cuentan dos de los tres fallecidos) estuvieran heridos o inconscientes cuando se inició el incendio. Los bomberos reconocen que la falta de información es habitual en incendios domésticos pero no en accidentes industriales, cuando los afectados tienen la obligación de comunicar cualquier incidente en sus instalaciones.
Desde la Generalitat avanzan que se están evaluando los protocolos aplicados y la forma en la que se gestionó esta emergencia. No en vano, en los últimos días se han sucedido las críticas a la empresa y a los servicios de emergencias por lo que se considera falta de agilidad y coordinación, especialmente en los avisos a la población cercana.
En la localidad de La Canonja –a escasos metros de la fábrica siniestrada– las autoridades recibieron el aviso de confinamiento más de una hora después del inicio del incendio. Otro de los aspectos que deberán actualizarse dentro del plan de emergencias químicas de la Generalitat (Pla Seqcat) es el uso de las redes sociales. No en vano, mientras en Twitter Protección Civil ordenó el confinamiento de numerosas ciudades cercanas (como Tarragona o Reus), las sirenas instaladas en las calles de La Canonja no sonaron, con la lógica confusión.
«Queremos que no se demore la activación de las sirenas , pero si son un sistema arcaico y hay que renovarlo, que se haga», explica a ABC el alcalde de la población, Roc Muñoz. «El problema no es la industria química en sí, son los protocolos de seguridad y emergencias», afirma antes de pedir el uso de nuevas técnicas para avisar a la ciudadanía que vayan más allá de las sirenas, los simulacros y los avisos por redes.
Desde Protección Civil reconocen que en el caso de Tarragona el proceso para activar las alarmas pasó por distintas fases. Primero se decidió hacer sonar las sirenas y avisar del confinamiento también por Twitter. Sin embargo, cuando llegaron los bomberos indicaron que no había riesgo de intoxicación y se decidió no activar el aviso sonoro de confinamiento. Era tarde, ya que en la red social la alerta había corrido como la pólvora con lo que se generó una contradicción entre las consignas dadas a la población con el consiguiente enfado de vecinos y autoridades locales.