Raúl Moreno - Tribuna abierta
La improbable Renta Básica Universal
El Govern sigue instalado en promesas improbables y Cataluña necesita una alternativa centrada en lo posible y lo urgente
Si el Govern cumple sus planes, a finales de año se pondrá en marcha la prueba piloto para implementar una Renta Básica Universal. A grandes rasgos, 5.000 personas recibirán durante dos años 900 euros mensuales para posteriormente analizar el resultado. El objetivo: que cualquier ciudadano reciba una asignación monetaria incondicional, individual y universal durante toda su vida, sin controles burocráticos. Una condición de la CUP para investir a Aragonés ante los recelos de Junts. Aquella supuesta mayoría independentista, ahora ya rota.
Estudiaremos los resultados, pero el responsable de la oficina creada para su implementación, Sergi Raventós, reconocía en una entrevista que «sin soberanía fiscal para recaudar impuestos lo tenemos muy peludo, no nos podemos engañar». Se agradece la sinceridad: no se aplicará, como no se ha aplicado en países que ya han hecho esas pruebas. Cataluña necesitaría doblar su presupuesto actual. No hay reforma ni soberanía fiscal, hoy en día, capaz de generar 75.000 millones de euros anuales. Evidentemente, la independencia tampoco.
En Cataluña existe la Renta Garantizada de Ciudadanía, un derecho subjetivo que debería garantizar que ningún catalán en exclusión ingresara menos de 664 euros al mes, gestionada entonces por quienes proponen ahora una Renta Básica. Hace pocas semanas, la Sindicatura de Cuentas analizaba los cuatro años de su funcionamiento concluyendo que solo el 18% de las solicitudes se resolvieron, hay falta de control y se aprobaron planes de inserción laboral sin la firma de los beneficiarios. Solamente un 10% del 26% de la población en riesgo de exclusión la recibe y, para colmo, ERC, Junts y comunes recortan 30 millones del presupuesto de 2022. No predican con el ejemplo. El Govern sigue instalado en promesas improbables y Cataluña necesita una alternativa centrada en lo posible y lo urgente, como la lucha real contra las desigualdades.