Ramon Espadaler - Tribuna abierta
En manos de los radicales
La CUP, erigiéndose nuevamente como portavoz de los grupos políticos que apoyan al Govern, anunció la creación de un nuevo organismo responsable de fiscalizar la labor policial
El pasado viernes, en la celebración del Dia de las Esquadres, la fiesta anual de los Mossos d'Esquadra, el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, tuvo palabras de reconocimiento y elogio hacia los Mossos. Al día siguiente, un millar de policías, tanto de los Mossos como de varias policías locales, se manifestaron por las calles de Barcelona para reclamar respeto a la labor policial. Era un mensaje claro destinado tanto a parte de la ciudadanía, como, sobre todo, al Govern de la Generalitat, del que, intuyo, no sienten un gran amparo.
El domingo, la CUP, erigiéndose nuevamente como portavoz de los grupos políticos que apoyan al Govern, anunció la creación de un nuevo organismo responsable de fiscalizar la labor policial. Un ente externo a la policía y al propio Govern, encargado de vigilar a la policía y de sancionar las conductas impropias. Una responsabilidad que, por ley, actualmente recae en la Unidad de Asuntos Internos, que, por cierto, no depende de la jefatura policial, sino de la Dirección General de la Policía.
De todo ello se desprende que los socios del Govern no confían en los Mossos y en los controles legalmente establecidos, y que la CUP tampoco lo hace y, además, desconfía del Ejecutivo catalán.
Poco han durado las buenas intenciones y las buenas palabras -estoy convencido que sentidas- del consejero Elena hacia los Mossos. Tres días ha tardado la CUP en recordar a ERC y al Govern lo que habían firmado conjuntamente para su formación. Éste es el tema y ésta es la losa que condiciona y condicionará al Govern hasta el último día.
Decía el acuerdo ERC-CUP que en los dos primeros años de legislatura se dedicarían a acumular fuerzas y a preparar la confrontación democrática que se desarrollaría en la segunda parte de la legislatura. Por lo visto, la acumulación de fuerzas y preparación de la confrontación lleva implícito el debilitamiento de nuestra policía. ¡Fatal!
Ramon Espadaler es secretario general de Units per Avançar