Ramon Espadaler - Tribuna abierta
Autoexigencia
Podemos instalarnos en la protesta o trabajar en la propuesta. Units per Avançar opta por la segunda opción cuando reclama el análisis conjunto de los gobiernos catalán y español
Ver la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio es una constante tan antigua como cierta, de la que a menudo adolece la Generalitat. Últimamente, el Govern ha reprochado el bajo nivel de ejecución presupuestaria de los Presupuestos Generales del Estado en Cataluña, algo ciertamente preocupante y a lo que hay que poner remedio. Pero no puede obviar el bajo nivel de ejecución del propio presupuesto, tanto en infraestructuras, como en servicios tan sensibles como la educación, la sanidad o los servicios sociales.
No se trata de instalarnos en el reproche permanente entre gobiernos y administraciones, sino de aplicar una mirada crítica y autoexigente, cada cual en su ámbito de competencias y analizar detalladamente las causas de la baja ejecución presupuestaria. La inmadurez de algunos proyectos ejecutivos, la compleja intersección entre administraciones (local, autonómica y estatal, por no hablar de la europea) o la exasperante tramitación administrativa, pueden ser algunas de las causas que expliquen su inejecución, a toda luces injustificable. Identificar estas causas debe ser el primer paso para remover los obstáculos que impiden el cumplimiento de las leyes, sin obviar el ámbito local.
Podemos instalarnos en la protesta o trabajar en la propuesta. Units per Avançar opta por la segunda opción cuando reclama el análisis conjunto de los gobiernos catalán y español, de todas y cada una de las actuaciones presupuestadas y no suficientemente ejecutadas. Un análisis que invitamos a hacer a la Generalitat, por lo de la paja y la viga en el ojo propio y ajeno. Quizás nos sorprenderíamos, pero, sobre todo, sólo si conocemos las múltiples causas, podremos aportar soluciones que nos beneficien a todos. Transparencia y autoexigencia, como premisas para avanzar.