Oti Rodríguez Marchante - BARCELONA, AL DÍA
Puigdemont anuncia una «nueba hera» para Cataluña
Puigdemont es un espíritu libre, y por lo tanto va donde quiere y escribe como quiere
Carles Puigdemont es un espíritu libre, y por lo tanto va donde quiere y escribe como quiere, y está en su derecho de no acudir a donde le llaman, como a esa reunión de presidentes autonómicos, y de anunciar su viaje a donde no le llaman, al Parlamento Europeo; y por supuesto, tiene libertad para enviar cartas a quien considere y llenarlas de las faltas ortográficas y sintácticas que crea conveniente. Es Puigdemont y está donde está para representarse a sí mismo y a sus conveniencias. De su última declaración, que muy bien pudiera ser su penúltima o anterior incluso, esa en la que anuncia una nueva era para Cataluña, lo más sorprendente es que no haya hecho uso de sus libérrimas cualidades para anunciar, cuánto mejor, una "nueba hera". Ante tal anuncio, completamente novedoso, y plasmado en carteles que lo propagasen (“Yo anuncio una nueba hera para Cataluña en 2017”), el interés por escucharlo hubiera llegado hasta Bruselas, pero no, irá de incógnito, con la humildad de quien no alardea de su innovadora ortografía.
Aunque, por otro lado, no es fácil eso de ir de incógnito acompañado de Oriol Junqueras y de Raúl Romeva, el yo soy Ministro de Exteriores, y ya tienen perfilada la sala y la materia de la conferencia bajó el insólito título de “El referéndum catalán”, y la confirmación de la asistencia de al menos tres eurodiputados, Jordi Solé, Josep Maria Terricabras y Ramon Tremosa, a los que, con talento y labia, seguramente convencerán de lo que es ya un hecho irreversible: que habrá un referéndum válido y vinculante, y que saldrá un sí o sí. Y a este acto, que se aplaudirá aquí por tierra, mar y aire, es a lo que la portavoz Neus Munté llama “explicarle el proceso a la comunidad internacional”. Que igual lo podrían haber celebrado en el Starbucks de Universidad, donde también suele haber mucha presencia extranjera.
Casi todo lo que acontezca en Cataluña en los próximos meses se cuece en otra olla y en otros fuegos, y lo raro es que Junqueras, que no es tonto, se preste a esos juegos de apariencia tan inanes y que puso de moda el astuto Artur Mas, con aquella anécdota que cuenta Pilar Cernuda de que se encerró media hora en el cuarto de baño de Durao Barroso, que le admitió un selfie, como para dar la impresión de una conversación larga y cálida como una, digamos, micción.