Esther Niubó - TRIBUNA ABIERTA
Problemas que no pueden esperar
A día de hoy no parece estar claro en Cataluña si la candidatura independentista Junts pel Sí y las CUP serán capaces de lograr un acuerdo de investidura (aunque sea in extremis) o si estamos abocados a unas nuevas elecciones en el mes de marzo. No se sabe si la CUP desistirá de su reiterada insistencia de no investir a Artur Mas o si la propia coalición independentista acabará aceptando una presidencia alternativa a pesar de las exigencias de CDC. Desconocemos también cómo afectarán las nuevas detenciones en la órbita de CDC y la sombra de corrupción que continúa planeando sobre este partido en las negociaciones, en la configuración de la candidatura independentista de cara a las próximas elecciones generales o en el “proceso” en general.
Y si la negociación de la investidura ya se percibe difícil, no lo sería menos acordar un programa de gobierno entre las fuerzas políticas implicadas, muy distantes en el enfoque político de cuestiones cruciales como la sanidad, la educación, etc.
En cualquier caso, es una evidencia que no se abre precisamente en Cataluña un escenario de estabilidad, ni de gobierno ni de posibilidad de pacto con el conjunto de España. Al contrario, el desgobierno, la inestabilidad política y el bloqueo institucional están a la orden del día. Pero mientras esto sucede, existen en el país problemas y situaciones de emergencia social que requieren de un gobierno que actúe y que no pueden esperar. Ésta es la denuncia de los y las socialistas, que hemos situado en la agenda política diez problemáticas que demandan soluciones: desde la insuficiencia de becas comedor para todos aquellos niños y niñas de familias vulnerables que la necesitan y que a pesar de cumplir los baremos, no están recibiendo las ayudas de la Generalitat; a la inacción y falta de propuestas frente a las familias sin ingresos y en situación de pobreza energética a las puertas del frío; pasando por la precariedad del personal sanitario y el continuado intento de mercantilización por parte del Departamento; la ausencia de política industrial y de políticas activas de empleo para combatir el desempleo y la precariedad laboral, y gestionar también situaciones críticas de empresas importantes que afectan a puestos de trabajo, así como la lucha contra el fraude; o la falta de recursos (veladoras e intérpretes para la escuela ordinaria) para promover una escuela inclusiva que atienda adecuadamente la infancia con necesidades educativas especiales.
Pase lo que pase en el plano político e institucional, los y las socialistas hacemos un llamamiento al conjunto de los partidos que consideren imprescindible y urgente abordar las mencionadas prioridades sociales, independientemente de la situación de bloqueo en la que nos encontramos. Y por supuesto reiteramos nuestra apuesta por un gobierno fuerte, estable, comprometidos socialmente y de talante conciliador y negociador, del que por el momento estamos lejos.
Esther Niubó es portavoz del PSC