Sonia Sierra - TRIBUNA ABIERTA
Los presupuestos de la CUP
Los separatistas catalanes hace tiempo que tienen claro que no piensan cumplir las leyes que entre todos nos hemos dado
En 2012, Artur Mas decidió adelantar las elecciones convencido de que lograría la mayoría absoluta. No sólo no logró dicha mayoría sino que perdió 12 escaños y quedó en manos de ERC por lo que inició la caída por la pendiente del radicalismo. En 2015 volvió a adelantar las elecciones y, como temía una debacle electoral, se presentó junto a ERC. Esta vez, la caída fue peor y ambos quedaron en manos de la CUP, un partido antisistema y en contra del euro, de la Unión Europea y, sobre todo, de España.
Por este motivo, los presupuestos de 2017 han sido creados para contentar a la CUP pero no desde el punto de vista social sino desde el de saltarse las leyes para convocar un referendo para separarnos del resto de España y de Europa. Que no son unos presupuestos sociales lo reconocen incluso sus socios de la CUP. Estos presupuestos no contemplan, por ejemplo, ni un euro para guarderías. Tampoco contemplan acabar con los más de mil barracones que tenemos en la escuela catalana ni con las alarmantes listas de espera que ponen en riesgo la salud de los catalanes.
Los separatistas catalanes hace tiempo que tienen claro que no piensan cumplir las leyes que entre todos nos hemos dado y eso aparece también en los presupuestos por lo que C’s ha decidido llevarlos al Consejo de Garantías Estatutarias. Estos días han visto la luz las declaraciones del senador Santi Vidal en las que afirmaba que en los presupuestos hay 400 millones ocultos para destinarlos a un referéndum ilegal. Ahora intentan decir que Santi Vidal mintió pero la realidad es que en noviembre, cuando el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, presentó los presupuestos en sede parlamentaria, contestó a la pregunta de un periodista diciendo: “Supongamos que haya una partida oculta, ¿cree que ahora lo diría aquí?”. Es decir, que no negó que la hubiera.
Estamos pues, ante unos presupuestos hechos para contentar a la CUP y que contienen más impuestos para los catalanes, más chiringuitos políticos y más 9N. Y no son, desde luego, los presupuestos que los catalanes nos merecemos y esperamos que sean los últimos en manos de los radicales.
Sonia Sierra es diputada de Ciudadanos en el Parlament