La Generalitat avala la reducción con táser de una joven «muy alterada» que agredió a una doctora

El alborato provocado por la chica en un centro médico obligó a cerrar durante dos horas las instalaciones

Momento de la detención de la joven en Sabadell ABC

Jesús Hierro

La Consejería de Interior de la Generalitat y los sindicatos de los Mossos d'Esquadra han coincidido en defender la polémica reducción con una pistola eléctrica de una joven este miércoles en Sabadell (Barcelona), que s e encontraba «muy alterada» . El centro para la defensa de los Derechos Humanos Irídia, en cambio, cuestiona la actuación policial: los agentes estaban en superioridad numérica y creen que el uso de la fuerza no fue proporcional. En definitiva, la consideran «muy preocupante y desproporcionada».

Sucedió sobre la una de la tarde del miércoles. Una joven de 26 años había acudido a un centro médico de la localidad y, por los protocolos de prevención establecidos para evitar contagios de Covid, no dejaron que su madre accediera con ella al edificio. Ante la negativa, la chica se puso muy nerviosa y comenzó a agredir al personal sanitario y a destrozar el mobiliario , según informaron a Efe fuentes policiales. Fueron los propios responsables del centro quienes alertaron a los Mossos del gran alboroto que la joven estaba ocasionando, y la Policía autonómica envió al lugar a agentes de la Arro, una de las unidades antidisturbios. Al ver que la joven seguía muy alterada y agresiva, y que también había lesionado levemente a dos de los policías, golpeándolos, le advirtieron que si no cesaba en su actitud tendrían que usar la pistola eléctrica, la conocida como táser . Y eso fue lo que finalmente ocurrió, y la acabarían deteniendo. La escena fue grabada por un testigo a las puertas del centro médico y difundida luego en las redes sociales por Irídia.

Tanto la doctora que la atendió como la dirección del hospital la han denunciado por las amenazas y los daños, que obligaron a cerrar durante dos horas el centro sanitario. La joven habría increpado a un médico residente y amenazado a la doctora, arrojándole una silla y se abalanzóse sobre ella. También tiró varias mamparas.

Sobre esta actuación ha sido preguntado por la prensa este viernes el consejero de Interior de la Generalitat , Miquel Sàmper, cuando participaba en la junta local de seguridad del municipio de Vic (Barcelona). Sàmper ha asegurado que la mujer estaba «muy alterada», que había provocado un «episodio de violencia y tensión con los médicos y pacientes», de tal manera que considera que el uso de la pistola eléctrica se había ceñido al protocolo : «Es uno de los casos en los que está justificada la intervención». Para el consejero, si los agentes hubieran optado por una reducción física, las consecuencias podrían haber sido «mucho peores», por el riesgo de colapso en personas que están muy alteradas. No obstante, informó de que se ha abierto una investigación para esclarecer todos los detalles de esa «compleja» intervención policial, algo que también hará el síndic de Greuges, el defensor del pueblo catalán. Los sindicatos de los Mossos también han secundado la actuación.

Este episodio se produjo solo cuatro días antes después de que un guardia urbano de Barcelona redujese de dos disparos con un arma de fuego a un vagabundo que se había encarado a los agentes con un cuchillo. Desde algunos sectores se lamentó que la Guardia Urbana no disponga de pistolas táser para usarlas en un caso como ese. El ejecutivo municipal de Ada Colau pidió no tomar una decisión «en caliente» al respecto .

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