El Parlamento catalán indulta a las mujeres condenadas por brujería entre el siglo XV y el XVIII
«Antes se nos decía brujas, ahora nos dicen 'feminazis'», defienden los partidos de izquierdas al aprobar la resolución
Cataluña fue entre los siglos XV y XVIII una de las regiones europeas más activas en la persecución de la brujería, y se estima que durante ese periodo no menos de 700 mujeres fueron ajusticiadas por este motivo: algunas quemadas en la hoguera –las menos, por ser un método más costoso–, la mayoria colgadas tras ser torturadas. Más de dos siglos transcurridos de aquella masacre , el Parlamento catalán ha decidido que era el momento de hacer justicia y proceder a una suerte de indulto sobre aquellas mujeres, instando a recuperar su memoria, honrarlas si los ayuntamientos lo deciden dando su nombre a plazas y calles, y llevando su causa, en un giro de escoba lleno de hechizo , a la causa de la lucha feminista. Tras años discutiendo sobre el ‘procés’, un avance notable.
« Antes se nos decía brujas, ahora nos dicen ‘feminazis ’, nos dicen histéricas, nos dicen ‘malfolladas’. Antes se decía caza de brujas y ahora le decimos feminicidios», defendió la diputada Jenn Díaz, de ERC. Su partido, junto a Junts, laCUPy los comunes son los promotores de una iniciativa que contó con el voto contrario de PP y Vox, la abstención de Cs –que vino a decir que hay prioridades más urgentes que hacer aquelarres en el Parlament– y el asentimiento, algo forzado, del PSC, que dijo que asuntos como este mejor que se quedasen en comisió, y no llegaran al pleno.
La iniciativa del Parlament surge a raíz de un detallado estudio en forma de censo y localización de la revista ‘Sapiens’ , que ha documentado cómo Cataluña se convirtió durante esos siglos en un lugar poco amable, por así decirlo, para mujeres heterodoxas, por así decirlo también. Como ha explicado el historiador Pau Castell no se tataba tanto del celo de la Inquisición, como del espíritu vengativo de muchos vecinos que a falta de explicaciones racionales para explicar una mala cosecha, o un accidente, convertían a esas mujeres en los márgenes – parteras, curanderas, no casadas, extranjeras ...–, en chivos expiatorios.
Persecución «misógina»
La novedad ahora es que el Parlament relee ese terrible episodio en clave de persecución «misógina», en una pirueta histórica que otras cámaras legislativas ya han llevado a cabo: Escocia, Suiza, Noruega, Navarra... Basha Changue (CUO) exigió justicia y reparación para estas mujeres que eran «la resistencia, por proteger el saber ancestral para sostener la vida» y pidió no banalizar sus muertes, atribuyéndolas a la misoginia de la época, porque cree que se daña su memoria. Para Susanna Segovia (Comunes) «la caza de brujas jugó un papel fundamental en los mecanismos de control de las mujeres en la Edad Media , porque eran mujeres sabias e independientes que estaban fuera de la norma de la época», y ha defendido esta propuesta como un ejercicio de reparación.
¿A quién no le gustaría vivir en la calle de María Joaneta o de Antonia Rosquellas, en lugar de la calle de Nicolau Eimeric o del Cardenal Cisneros ? Hagámoslo», apuntó la diputada Aurora Madaula (Junts), contraponiendo el nombre de dos supuestas brujas con el de dos conocidos inquisidores.
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