El no por respuesta

Pasadas las elecciones catalanas, la actividad municipal vuelve a su rutina; para todos menos para el Gobierno de Ada Colau y el PSC. Han decidido que gestionar la ciudad y presentar propuestas a la oposición lo dejan para otra ocasión. Esta dejadez no ha mellado en nuestra intención de seguir trabajando para solucionar los problemas reales de los barceloneses.

Llevamos meses de cierre de negocios, aumento del desempleo y de las personas atendidas por Cáritas, así como el número de ciudadanos que viven bajo el umbral de pobreza. Según datos del Departamento de Estadística del Ayuntamiento, el paro registrado en Barcelona en el mes de enero llegó a las casi 97.000 personas, un 36% más que en enero de 2020. La respuesta del Ayuntamiento ha sido y es insuficiente. Según ellos han hecho todo lo posible, que han ofrecido un gran número de ayudas; la realidad ha sido totalmente otra.

Esta semana, sin ir más lejos, hemos propuesto una ayuda directa de 300€ por alumno a las guarderías para garantizar su supervivencia. El gobierno municipal ha dicho que no. También hemos instado al gobierno municipal a que establezca un plan de ayudas al alquiler para pymes, comercio y restauración que han sufrido una caída del 50% de la facturación en relación al año anterior. Llevan meses de cierres y de falta de ayudas. Pero el gobierno también ha dicho que no.

El gobierno de comunes y socialistas nos ha dejado, durante todo este tiempo, un gran número de intervenciones cargadas de buenas intenciones (y ya saben lo que dice el refrán sobre las buenas intenciones).

Es momento de grandes acuerdos, de grandes consensos y de evitar sectarismos y vetos. Hablar con los sectores afectados es altamente necesario, pero para dar respuestas reales a su difícil situación. No necesitamos más discursos vacíos. Estamos en política para ser útiles a los ciudadanos, no para contentarles con palabras bonitas.