Una merecida medalla para Pau Gasol

Vivimos una época difícil para Barcelona, marcada todavía por la pandemia, la crisis económica, el latente recuerdo del atentado en las Ramblas, así como por el letargo moribundo del proceso independentista. Es fácil caer en la nostalgia barcelonesa del verano de 1992 para intentar encontrar un nuevo camino de éxito y transformación como lo fueron los Juegos Olímpicos, hace ya casi treinta años.

Ante una década marcada por la decadencia institucional que ha terminado por condicionar el progreso de un modelo de ciudad vanguardista, moderno, creativo y europeo, más que nunca Barcelona necesita referentes para inspirarse e ilusionarse.

Pau Gasol es una figura que es una inspiración para lograr ese camino de superación, de cómo llegar a lo más alto con convicciones firmes y trabajo colectivo. Un modelo de éxito que ha convertido a este barcelonés en uno de los mejores deportistas españoles de la historia y que debe servir como espejo de superación para nuestra ciudad.

Gasol también es un referente en el ámbito social como embajador de Unicef y desde la fundación que comparte con su hermano Marc, la Gasol Foundation. En ella ayudan a los niños más vulnerables y desfavorecidos, fomentando el deporte y la promoción de hábitos saludables para reducir la obesidad infantil.

El independentismo le ha dedicado insultos y desprecios en múltiples ocasiones, la última de ellas el día en que Gasol anunció, en el Liceu, su retirada como jugador profesional de baloncesto. El motivo de los insultos fue por usar el castellano en su intervención.

Desde Barcelona pel Canvi creemos que Pau Gasol merece la Medalla de Oro de Barcelona al mérito deportivo en reconocimiento a su trayectoria, así como por prestigiar el nombre y la reputación de Barcelona en todo el mundo.

Barcelona necesita de referentes, de líderes, y Pau Gasol es uno de ellos. Estemos a la altura y reconozcamos sus méritos.

Eva Parera Escrichs es presidenta de Barcelona pel Canvi y diputada autonómica del PP