Eva Parera - Tribuna abierta
La educación, ¿servicio público?
«Una ley que premia el bajo rendimiento académico debería ser la vergüenza de cualquier país»
En el pleno de este próximo viernes todos los grupos vamos a debatir dos proposiciones diametralmente opuestas sobre la educación. Una presentada por ERC y otra presentada por el PP. El tema no es nuevo, pero este viernes adquiere mayor relevancia debido a la Ley Celaà.
¿Con qué credibilidad afrontará ERC un debate sobre «una mejor educación» cuando parece que lo único importante para ellos es eliminar toda oferta educativa privada o concertada, y asegurarse que ningún alumno pueda recibir educación en castellano? Aquellos que más se llenan la boca de democracia y libertad, aplauden y apoyan una ley que es un auténtico ataque a la libertad de elección y a la libertad de educación de muchas familias.
Una ley que premia el bajo rendimiento académico debería ser la vergüenza de cualquier país, pero, lejos de avergonzarse o de reflexionar cuando miles de familias salen a la calle a protestar, siguen adelante con un discurso falaz y demagógico, ya sea en el Congreso o en el Ayuntamiento donde, en el último pleno, ya declinaron manifestar su rechazo a eliminar la exención del IVA a la educación privada y concertada.
Sin duda será interesante ver este viernes cómo se posicionan los diferentes grupos municipales ante las dos proposiciones. Una que esconde un claro sesgo en favor de la educación pública única, y otra que propone un nuevo modelo de Ley Educativa muy alejado de lo que representa la Ley Celaà.
Por ahora, y a la espera del resultado de ese debate, parece que algunas formaciones creen que la educación sólo es un servicio público cuando viene de un centro público.
Ya lo dijo Nelson Mandela: «La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo». A nuestros gobernantes les gustaron las palabras «arma poderosa».