Óscar Ramírez - Tribuna abierta
¡Es el fútbol, estúpido!
«Da igual que sean pelotas hinchables, pancartas, banderas o lacitos, los ciudadanos ya estamos cansados del ruido del separatismo»
El separatismo y su entorno vuelven a jugar con la convivencia, la seguridad y la libertad de los barceloneses y de todos los aficionados al fútbol. Utilizar el clásico entre el F. C. Barcelona y el R. Madrid para que Tsunami antidemocrático haga ruido, desde su anónima trasnochada caverna, no sólo demuestra una grave irresponsabilidad, sino que pone frente al espejo las miserias de los promotores del proceso separatista que en los últimos tiempos está hibernando a la espera de una posible investidura donde tengan cabida los enemigos de España.
Empezaron con acciones de vandalismo en las marquesinas de transporte público y otro mobiliario urbano de la ciudad de Barcelona, donde muy ingeniosamente incorporaron publicidad de forma ilegal para promocionar su acción de protesta en el Camp Nou, orquestada siempre desde la clandestinidad. Por eso hemos reclamado a Colau, como alcaldesa, que ante esta acción ilegal no haya impunidad, el Ayuntamiento debe perseguir y sancionar a los responsables y las cámaras de seguridad de comercios y tráfico pueden ser de gran ayuda.
Además, las acciones de Tsunami recuerdan mucho a las promovidas por la ANC y Òmnium, promoviendo la movilización con autocares y pancartas elaborando con mensajes. Recordemos que ambas organizaciones repartieron 30.000 esteladas en los accesos del Camp Nou en 2016. Está claro quién puede estar detrás de todo este misterio sin resolver llamado Tsunami.
Y vete tú a saber cómo acabará la cosa. Porque mientras escribo estas líneas, esperando al partido, con los previsibles bloqueos a los accesos del estadio y la «acción reivindicativa», aprovechando la repercusión mediática de un Barça-Madrid, uno se puede imaginar el uso político del césped cuando el fútbol y el deporte deben mantenerse siempre al margen de cualquier reivindicación política… que «el Barça és més que un club».
Da igual que sean pelotas hinchables, pancartas, banderas o lacitos, los ciudadanos ya estamos cansados del ruido del separatismo. Queremos que se garantice la seguridad, la movilidad y no estar encerrados en el coche después de una larga jornada de trabajo, disfrutar del clásico y que se marquen goles. Que esto no va de política, ni de ideologías, ni de banderas… pero sí de colores, los de tu equipo. ¡Es el fútbol, estúpido!
