Miquel Porta Perales - El oasis catalán
Opio
El «proceso» se fundamenta en la idea teológica de providencia entendida como encadenamiento de sucesos necesarios, propósitos y fines
El filósofo Manuel Cruz, en su reciente ensayo Ser sin tiempo, recuerda que, durante la modernidad –para entendernos, el período que se extiende entre el Renacimiento y la Ilustración-, el concepto de providencia fue secularizado y sustituido por el de progreso. Esto es, de la idea de un Dios que tiene cuidado de la creación y sus criaturas, se pasó a la de una historia ascendente dirigida por el hombre. Pero, nuestro autor, en una nota a pie de página, advierte que ello no supuso la “absoluta desaparición de la perspectiva precedente”. Fue entonces cuando exclame: “¡el proceso!”
Sí, porque el “proceso” se fundamenta en la idea teológica de providencia entendida como encadenamiento de sucesos necesarios, propósitos y fines. El designio de salvación. Predeterminación y destino. En Cataluña, un conjunto de agentes providentes –Generalitat, Parlament, Junts pel Sí, CUP, Consell Assessor per a la Transició Nacional, Assemblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural, Associació de Municipis per la Independència, Assemblea de Càrrecs Electes y Súmate: un peculiar politeísmo laico- determinan el Ser y su dinamismo. Lean ustedes la Nación catalana y el inalienable “derecho a decidir” del pueblo catalán. Al respecto, la teología sostiene que la idea de providencia es una verdad que puede ser conocida y entendida por el ejercicio de la razón. Pero, no lo es por culpa de una condición humana intelectualmente limitada. Por ello, para acceder a la verdad, se necesita el concurso de la revelación divina que brinda la seguridad de la fe, orienta y señala el camino. En Cataluña, la revelación está contenida en el agit prop nacionalista y en la hoja de ruta que conduce inexorablemente a la independencia. Ni que decir tiene que, a la manera de la ética teleológica, hay una ética nacionalista que señala que la rectitud depende de la acción. En la providencia y la revelación el independentismo encuentra el camino de la glorificación de la Nación Catalana. Eso sí que es el opio del pueblo.