La protesta en Barcelona pierde fuelle tres semanas después del inicio de las movilizaciones
Unas 200 personas marchan por el centro de la ciudad sin incidentes graves
Una semana después de los graves altercados que acabaron con una furgoneta de la Guardia Urbana ardiendo tras el ataque de los vándalos, Barcelona ha vivido anoche una nueva jornada de movilizaciones. A la petición de libertad para Pablo Hasel se sumó la de los detenidos durante esta semana como consecuencia de los disturbios, entre ellos un grupo de anarquistas italianos a los que se imputa, entre otros, un delito de tentativa de homicidio. Sin que se hubiesen producido incidentes remarcables, al cierre de esta edición la manifestación se daba por disuelta.
Tres semanas después del encarcelamiento del rapero Hasel (16 de febrero), la llama de las protestas no se apaga, aunque ciertamente más debilitada. Hoy, por ejemplo, no se vieron contenedores ardiendo , la imagen más distintiva de las protestas de las últimas semanas. En esta ocasión fueron unas 200 personas las que marcharon por el centro de la ciudad después de una concentración en la plaza Tetuán, donde además de la libertad de Hasel y de los detenidos se lanzaron consignas contra la Ley Mordaza, la reforma laboral, la Monarquía, los desahucios, la ley de extranjería, el fascismo y la precariedad. Banderas de la Unión Soviética , consignas contra la prensa, amenazas directas contra los Mossos (« pim, pam, pum, que no en quedi ni un ») se mezclaron con otras habituales en las manifestaciones de la extrema izquierda. «Se acabó la paz social», fue otra de las proclamas coreadas.
El encuentro empezó en plaza Tetuán en ambiente pacífico, con un micrófono abierto en medio del espacio, donde jóvenes rapearon y algunas personas organizaron una suerte de debate, informa Ep, en una convocatoria a las que se fueron sumando manifestantes en forma de columna y con una pancarta con el lema ‘ Libertad presas por luchar’.
Tras un intento de acercarse a la sede de la Consejería de Interior, fuertemente blindada por los Mossos, la marcha recorrió las calles del distrito del Ensanche después de registrarse algún lanzamiento de objetos contra la línea policial, y ha acabado disolviéndose en plaza Lesseps cuando ya eran apenas un centenar los congregados. La llama de las protestas sigue viva, aunque la marcha de esta noche mostró que el agotamiento comienza a hacer mella.
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