La noche catalana reabre las puertas con incertidumbre

Tras cincuenta días sin poder levantar la persiana, el ocio nocturno vuelve a la normalidad en Cataluña.

Los empresarios están al límite y avisan que no aguantarán otro cierre

Cabina de DJ en un local de ocio nocturno de Barcelona EP

Cristian Callau

Los dueños de los establecimientos de ocio nocturno catalanes se preparaban ayer para que la reapertura decretada para esta noche fuera , de una vez por todas, la definitiva. T ras vivir tres cierres desde la aparición del coronavirus , el sector ha quedado muy tocado en todos los sentidos. Desde el momento que tuvo lugar el primer confinamiento, sus locales se han visto obligados a cerrar 569 días y han limitado su actividad durante otros 135 debido a las restricciones.

Con todo, las discotecas y bares musicales ya pueden volver a abrir sus puertas sin limitaciones en aforos ni horarios. Esta vez, además, con la novedad que ya no será necesario presentar el pasaporte Covid para acceder a las instalaciones . Una medida que sí había sido obligatoria en las pasadas reaperturas y que los propietarios de los locales defendieron para controlar los contagios y fomentar la vacunación. El último cierre que sufrió el sector tuvo lugar el 23 de diciembre del año pasado. En ese momento, el contexto estaba marcado por el aumento de la incidencia de la pandemia debido a la alta afectación de la variante ómicron. El cierre supuso un fuerte golpe económico de cara a la campaña navideña.

Joaquim Boadas, secretario general de la Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm) lamenta que el ocio nocturno haya sido «criminalizado » en Cataluña. «Se ha visto como un problema cuando era una solución y ha pagado los platos rotos», explica a ABC. El empresario compara la situación catalana con la de otras zonas de España donde con medidas más «quirúrgicas» ha habido menos contagios y hospitalizaciones. El gran ejemplo para este sector es Madrid, donde los cierres han sido muy puntuales a lo largo de toda la pandemia.

Según resalta Boadas, que la gente se divierta en un lugar «seguro, controlado y donde se respeten una serie de normas de seguridad y sanitarias» evita que se utilicen espacios donde no se sigue ningún tipo de medida. También responsabiliza al Govern, ya que, a su parecer, al cerrar el ocio nocturno se ha fomentado que la gente se aboque a un ámbito de diversión ilegal , con botellones y fiestas no autorizadas que se han repetido en Cataluña durante los meses de cierre. Otro punto al que apunta el dirigente gremial es la importancia que ha tenido el ocio nocturno en fomentar la vacunación de los jóvenes.

«En diciembre se tendría que haber continuado con el ocio nocturno abierto y utilizando el pasaporte Covid, ya que esto era un incentivo para la vacunación del tramo que iba de los 16 a los 30 años, que era la franja de edad menos vacunada», defiende. A su juicio, el cierre de los locales «provocó que mucha gente joven perdiera el interés por vacunarse y esto ha incidido en empeorar los datos de la pandemia». « Ya no aceptaremos ningún cierre más » , resume el portavoz, que ha defendido que esta será la última reapertura. En este sentido, apunta que el cierre generalizado nunca tendría que haberse producido.

Otro responsable del sector de la noche en Cataluña es Ramón Mas, secretario general del gremio de discotecas de Barcelona y presidente de España de Noche. En su caso, alerta de que el ocio nocturno catalán ha sido el que más tiempo ha pasado cerrado de todo el Estado . En sintonía con las declaraciones de Boadas, apunta que con la decisión de cerrar, los empresarios de la noche se han sentido «muy señalados». «Se nos ha culpado de todo esto y ha hecho mucho daño al sector».

«Nos duele que se nos diga que si la cosa se vuelve a complicar volveremos a sufrir las mismas consecuencias», añade Mas, quien reclama que, de ahora en adelante, se consideren otras decisiones que no sigan por el mismo camino de las tomadas con anterioridad para frenar brotes y contagios. Finalmente, el portavoz pide a las administraciones que no haya ningún cierre más ya que algunos locales viven al «borde del abismo» y cerrar de nuevo podría ser para estos el golpe definitivo.

Pérdidas millonarias

Uno de los indicadores para valorar la incidencia de la pandemia es el número de contagios. Con el ocio nocturno cerrado se han dado los mayores datos de contagios en Cataluña, con un máximo de 255.456 la penúltima semana de enero de este año. En las últimas semanas, las cifras han presentado una mejoría. Otro dato para tener en cuenta es el de las pérdidas millonarias que ha sufrido el ocio nocturno catalán, según datos proporcionados por Fecasarm son de 6.457 millones de euros .

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