No toda la energía verde es eléctrica: así es el plan Punch para salvar la planta de Nissan con hidrógeno

La compañía belga promete invertir 650 millones para llegar a producir 75.000 coches en 2030

El CEO del grupo Punch, Güido Dumarey (i)., y el responsable del Proyecto Punch Barcelona, Andy Palmer (d.) junto a l prototio de Navara adaptada al hidrógeno EFE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En pocas semanas, el comité de reindustrialización de Nissan deberá escoger cuál de los proyectos que optan a quedarse con las instalaciones en Cataluña que abandonará la multinacional japonesa a final de este año resulta vencedor. Una de las propuestas a priori mejor posicionadas de las cuatro que quedan en pie es el de la compañía belga Punch, una firma hasta ahora centrada en la producción de componentes y que con su apuesta barcelonesa pretende dar el salto a la producción de vehículos, en este caso alimentados con hidrógeno.

Como ya se avanzó, la p retensión de la firma es invertir 650 millones hasta 2027 –1.000 hasta 2030 si cuaja su apuesta–, en un plan industrial que daría empleo de manera directa a unos 2.000 trabajadores en 2025, salvando así la parte de plantilla de Nissan que no se acogió a las prejubilaciones, dando juego también a toda la cadena de proveedores de la automovilísitica nipona que se quedaron en la estacada tras su deserción.

El plan de Punch tiene algunos interrogantes:en primer lugar debe llegar a un acuerdo para que Nissan ceda sus patentes para seguir fabricando en Barcelona la ‘pick up’ Navara y la furgoneta eléctrica e-NV200, algo a lo que también aspira otro de los candidatos a quedarse con las instalaciones. La dirección de la firma, ayer en Barcelona para presentar el proyecto e intentar convencer también a los sindicatos de sus bondades, asegura que el acuerdo de cesión con Nissan está muy avanzado.

«No somos Amazon»

El punto de partida de Punch es que el plan de descarbonización fijado por la UE no puede basarse solo en las baterías eléctricas, y que, sobre todo en el campo de los vehículos comerciales, con mayores exigencias de potencia, hay un campo abierto a partir de la tecnología por ellos mismos desarrollada de motores de combustión diesel convencionales adaptados para ser alimentados con hidrógeno . Mientras se avanza en este campo, Punch señala también a la oportunidad comercial que supondrá, y supone aún el diésel, en países menos exigentes en cuestiones medioambientales, empezando por el continente africano.

«Nuestra apuesta por Barcelona es a largo plazo», apuntó Guido Dumarey, CEO de una compañía que presume de sus raíces europeas, carácter familiar (100% en manos de la familia Dumarey) y voluntad de potenciar empleo de calidad. «No somos ni Amazon ni McDonalds, apuntó. El plan de Punch es es fabricar en 2025 un total de 23.358 vehículos diesel y 18.294 con motor de hidrógeno , y 35.945 diesel y 31.213 de hidrógeno en 2030, al margen de la camioneta eléctrica, enfocada esta a flotas de taxis. En los primeros años, Punch contaría con 50 millones de ayudas públicas y otros 100 de crédito avalado por el Estado.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación