Laura Vílchez - Tribuna Abierta
No es un juego de niños
Para muchos niños ir a la escuela a pasar un mal rato se ha convertido en parte de su rutina diaria y no encuentran el apoyo de ningún adulto
Mientras la Generalitat propone jugar al juego del conformismo para ver cuánto tiempo aguantamos con los brazos cruzados, Cs trabaja para encontrar remedio a los dolores de tripa del domingo por la tarde, a los «mamá, no quiero ir al colegio» y a los llantos en el recreo. Esta semana se debate en el Parlamento de Cataluña una proposición de ley de medidas urgentes sobre el maltrato infantil en el ámbito educativo. Para muchos niños ir a la escuela a pasar un mal rato se ha convertido en parte de su rutina diaria y no encuentran el apoyo de ningún adulto cuando reciben indiferencia, desprecio u hostilidad por el simple hecho de ser diferente.
En la misma escuela, encontramos adultos impotentes que no tienen herramientas para abordar según qué situaciones, reciben las quejas de padres preocupados que disponen de información a cuentagotas y que, desorientados, buscan ayuda a ciegas. El sufrimiento de todos estos niños se plasma en numerosos informes de prestigiosas organizaciones como «Save The Children» o el «Observatori contra l’Homofòbia» sobre violencia en las aulas y nos demuestran que, ante la impotencia de alumnos, educadores y familias, la administración se hace la loca. Y es que tienen protocolos de prevención que no previenen, protocolos de actuación que no se activan y lo más grave: protocolos totalmente desconocidos para los profesionales.
Todos sabemos que el papel lo aguanta todo y que podríamos seguir debatiendo la calidad de los protocolos. Pero seguimos viendo casos como el de los Maristas de Barcelona, donde un profesor admitió abusar sexualmente de algunos de sus alumnos en horarios de clase. En Cs queremos profesionales formados, familias acompañadas y alumnos libres.
Laura Vílchez es diputada de Ciudadanos