No me has derribado Ray...

EL 14 de febrero de 1951 tuvo lugar en la ciudad de Chicago la sexta y última pelea entre Jake LaMotta y 'Sugar' Ray Robinson, con el título de los pesos medios en juego. El combate se decidió en el asalto número trece, el de la mala suerte, a favor de Robinson, cambiando por tanto, el título de manos. Ese combate ha pasado a la historia con el nombre de 'la masacre de San Valentín'.

El castigo que LaMotta encajó esa noche se describió como algo que «ningún ser humano podía soportar». A pesar de ello, ni en ese combate, ni en ninguno de los cinco anteriores, Robinson fue capaz de conseguir tirar a la lona a LaMotta o que hincara las rodillas. Mientras estaba de pie, recostado contra las cuerdas, le espetó a Robinson esa frase, «no me has derribado Ray, no me has derribado».

Ese es el espíritu de las personas que formamos Ciudadanos, a veces ganamos, como sucedió en Cataluña en diciembre de 2017, y a veces, también nos toca perder. Más allá de victorias y derrotas, la realidad es que en Ciudadanos encajamos los golpes, por parte de los populistas, de los independentistas, de los socialistas, de otros partidos del flanco constitucionalista y también de una parte de los medios. Llevamos recibiendo golpes, algunos bajos, desde nuestra fundación en 2006, pero ahí seguimos, de pie, sin hincar las rodillas, seguimos dando la batalla en el Congreso, en el Parlament o en el Ayuntamiento de Barcelona, así como en muchas otras instituciones, y así seguiremos mal que le pese a algunos. Mientras sigamos recibiendo golpes significa que seguimos siendo muy necesarios y molestos.

Para Ciudadanos, caer al suelo, tirar la toalla o hincar las rodillas significa abandonar y dejar vendidas a muchas personas que necesitan que seamos su voz. Ciudadanos es el 'toro salvaje' de la política española, catalana y municipal. Dejad que ese toro vuelva a bramar.

Luz Guilarte es presidenta del grupo municipal de Ciudadanos en Barcelona