La navaja escéptica ante las mentiras políticas

Este 2 de noviembre celebramos, en la sede del Parlamento Eoropeo en Barcelona, el primer evento EUROMIND que se organiza fuera de Bruselas. Tuvimos, como siempre, ponentes de primera línea para hablar de la importancia de la ciencia y de la razón, del equilibrio entre razón y emoción en el discurso público o de la ignorancia científica en las políticas públicas. De este último tema se ocupó José Miguel Mulet, profesor en la universidad politécnica de Valencia, que trató el caso de las legislaciones europeas sobre agricultura ecológica y organismos genéticamente modificados. Muchos europarlamentarios aún promueven o son laxos con medicinas llamadas “alternativas” mientras bloquean el desarrollo de tecnologías prometedoras como la biotecnología vegetal y la producción de alimentos genéticamente modificados.

Julian Baggini, filósofo británico ampliamente traducido al castellano, nos advirtió del error de pensar que los argumentos razonados son lo único que importa en política (ver lo sucedido durante la campaña del Brexit) y de cómo la persuasión razonada es esencial para sostener las que llama “democracias pluralistas”.

Michael Shermer, prolífico conferenciante y autor de varios libros de divulgación científica, algunos publicados en España, presentó el caso a favor del progreso moral fundamentado en la ciencia, la solidaridad y la confianza, lo que algunos pensadores llaman “el Arco Moral”. Esta es una idea muy fértil que da base y razón a la idea liberal de progresión hacia unidades políticas cada vez más amplias (la Unión Europea, por ejemplo) resaltando siempre lo que nos une por encima de la diferencia. Una jornada útil y esclarecedora.

Teresa Giménez Barbat es eurodiputada del Grupo ALDE