El MNAC ahonda en el mito de Gaudí y se asoma a las trincheras de la Guerra Civil
El museo, que propone una revisión crítica del arquitecto en un gran retrospectiva, expondrá las fotografías perdidas de Antoni Campañà
Después de un 2020 para olvidar y con la esperanza de que la vacuna traiga algo de normalidad de vieja, de la de toda la vida, el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) apuesta abiertamente por la presencialidad con una programación que tendrá en Gaudí y la Guerra Civil dos protagonistas de excepción. «El museo tiene sentido abierto y con gente dentro. Es un lugar para vivirlo y venir a encontrarse con los demás», defendió el director del museo, Pepe Serra, durante la presentación de una temporada que estará marcada por la revisión crítica de todo un icono barcelonés como Antoni Gaudí. «Ya tocaba», subrayó Serra, para quien los casi 20 años años que han pasado desde los fastos del Año Gaudí permiten acercarse al arquitecto desde una nueva perspectiva.
Es por eso que 'Gaudí', organizada de forma conjunta por el MNAC y el Musée d'Orsay, será «una exposición de piezas pero también de tesis» que, además de desmontar la mayoría de tópicos tradicionalmente asociados al artista de Reus, hará especial hincapié en su relación con la ciudad de Barcelona. La muestra, de hecho, busca generar un «gran debate» sobre la relación de «dependencia» que la ciudad tiene con el artista y cómo se conoce o no la ciudad a travès de su figura.
«Gaudí no era, ni mucho menos, el genio aislado e incomprendido que una gran parte de su bibliografía, casi siempre hagiográfica, nos ha dado a entender, sino que su obra se desarrolló no sólo en un contexto artístico y arquitectónico específico, local e internacional, sino que también en el marco de estrategias políticas, ideológicas y estéticas bien concretas», puede leerse en la presentación de una exposición orquestada con la ayuda de la Sagrada Familia, la Pedrera o la Casa Vicens, entre otras joyas arquitectónicas ideadas por Gaudí. «Se va a ver todo junto por primera vez», destacó Serra, en cuyo museo ya se puede ver «el mayor número de piezas juntas» del arquitecto.
Antes del desembarco de Gaudí en el MNAC, previsto para finales de septiembre, el museo barcelonés ofrecerá hasta cuatro proyectos relacionados con la Guerra Civil. Una manera de poner en valor una de las colecciones «más singulares» de una pinacoteca que, además de ampliar con dos nuevas salas, una de ellas dedicadas al Pabellón de la República de la Exposición Internacional de París de 1937, el espacio permanente dedicado a la contienda, ofrecerá una amplia retrospectiva a Antoni Campañà.
Archivo inédito
El fotógrafo catalán, conocido sobre todo por sus fotografías deportivas y turísticas, atesoraba un descomunal archivo con más 5.000 negativos que, sin embargo, permaneció inédito hasta 2018. Instantáneas sobre el estallido de la guerra, la revolución en Barcelona, los bombardeos, el hambre y la victoria franquista que Campañà, traumatizado por lo que vio y retrató, escondió a cal y canto en un garaje dentro de una caja. Un conjunto documental de valor incalculable –para Serra, «son fotografías que desde un punto de vista artístico son tanto o más importantes que las de Centelles» – que se expondrá por primera vez (la mayoría de los negativos no llegaron a ser positivados en su día) para dar cuenta de la vida cotidiana en Barcelona entre 1935 y 1940.
La guerra y el estallido de la contienda en España es también el hilo conductor de ' Arte en peligro', ambicioso proyecto dedicado al operativo de salvaguarda que la Generalitat emprendió en 1936 para proteger obras de arte en un momento de violencia extrema. En concreto, la exposición se centrará en Joaquim Folch i Torres, primer director del MNAC y encargado de custodiar buena parte del patrimonio catalán custodiándolo en Olot, París y Maisons-Laffitte durante la Guerra Civil.
Una instalación de Francesc Torres con dos réplicas exactas de aviones que participaron en la contienda completa un eje temático que dará paso a un diálogo entre los ceramistas Josep Llorens Artigas y Hamada Shoji y a una muestra dedicada al origen del cartel publicitario moderno. Y todo con un presupuesto que, pese a las apreturas, mantiene el tipo y pasa de los 15,4 millones de euros de 2020 a los 15,9 previstos para 2021.