Miquel Porta Perales - El oasis catalán
Vergüenzas
Después del suplicatorio, unos y otros intentan sacar tajada apelando ni más ni menos que a la dignidad
La concesión del suplicatorio que autoriza al Tribunal Supremo para investigar a Laura Borràs, por los presuntos delitos de prevaricación, malversación, fraude y falsedad documental, además de acentuar el choque entre JpCat y ERC, evidencia el hacer de los republicanos. Si ERC rechazaba el suplicatorio, los militantes, electores y simpatizantes de izquierdas del partido -ERC es un catch all party que atrapa a derecha e izquierda-, que hacen bandera de la transparencia, quedarían defraudados y podrían replantearse el voto.
Si ERC apoyaba el suplicatorio, los defraudados serían los simpatizantes y votantes que, de elección en elección, dudan entre los republicanos y JpCat. Finalmente -tercera pata del trilema-, la no participación de ERC en la votación -la opción tomada- invitaba a tildar a los republicanos de oportunistas, colaboracionistas o traidores. Pero -de ahí la elección de la misma-, permitía salvar los muebles aduciendo que ellos no entran en el juego antidemocrático de un Tribunal Supremo y un Estado represor que no reconoce el derecho de Cataluña a la autodeterminación.
Lo que resulta curioso es que ERC -cosa que sucedió en la sesión previa de la comisión del Estatuto del Diputado que autorizó la votación- reclame a Laura Borràs que disipe «cualquier sombra de duda». Lo peculiar del caso es que quien primero reclama claridad no es Oriol Junqueras, sino Marta Rovira. ¿Una manera de cavar otra trinchera frente a JpCat? ¿Acaso el «exilio» republicano ronda el poder? ¿Las dos cosas a la vez?
Después del suplicatorio, unos y otros intentan sacar tajada apelando ni más ni menos que a la dignidad. La dignidad (?) personal de quien se niega a ser investigado por la Justicia cuando parece que existen indicios. La dignidad (?) partidista de quien no quiere colaborar con la Justicia. ¿Dignidad? Oportunismo de bajo vuelo de aquellos que suelen identificar su persona o partido con Cataluña. Sombras. Fantasmas. Y esa costumbre de tapar las vergüenzas e intereses con la bandera.