Miquel Porta Perales - El oasis catalán
Vendetta
La destitución de Trapero como máxima autoridad de los Mossos pone al descubierto los pactos y la vendetta independentistas
![Trapero, en septiembre de 2021, junto al consejero de Interior, Joan Ignasi Elena](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2021/12/23/trapero-U32227126751cOJ-1248x698@abc.jpg)
La destitución de Trapero como máxima autoridad de los Mossos pone al descubierto los pactos y la vendetta independentistas. Añadan el inasumible discurso justificativo de la destitución –relevo generacional, dirección coral, retos, feminización- así como el nulo respeto nacionalista por la autoridad policial.
La destitución –detonante: las cuatro personas fallecidas en el incendio de un local ocupado en la plaza de Tetuán de Barcelona- obedece a la exigencia de la CUP –el Govern existe gracias al apoyo de los antisistema- de diseñar un modelo policial que se aleje de la represión. Más: Trapero, de héroe a traidor en un plis plas, devino una persona incómoda para ERC y Junts. La destitución –probablemente implementada por Oriol Junqueras: la conselleria de Interior está en manos de ERC- sería la vendetta de un independentismo que se la tenía jurada por haber transgredido la omertá nacionalista al romper el silencio y la lealtad que exige el oasis catalán. Cierto: Trapero, según dijo ante el Tribunal Supremo, estaba dispuesto a detener a Carles Puigdemont y sus compinches si la Justicia lo ordenaba. Más: Trapero, reincorporado al cuerpo de los Mossos, presentó sus credenciales -¡en Madrid!- al Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional al tiempo que mantuvo conversaciones con la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Detalle que retener: el Govern y el conseller de Interior, a raíz del viaje a Madrid, se quejaban de la deslealtad de Trapero. Tiene miga que el gobierno que dio un golpe a la democracia, y el conseller que fue desleal al PSC y la legalidad constitucional al coordinar el ilegal Pacto Nacional por el Referéndum, se indignen de la deslealtad de un cargo que se mantiene fiel al orden constitucional. Y si es cierto que el conseller puede elegir a los cargos de confianza, también lo es que Trapero ha sido destituido por manifestar su confianza en el Estado de derecho. El Govern ha ejecutado un 155 a la manera nacionalista: la policía –como la calle- será siempre nuestra.