Miquel Porta Perales - EL OASIS CATALÁN
Supervivencia
¿Cómo se zafará ERC de la tutela de un Carles Puigdemont que tendrá el apoyo de Junts?

Había dos maneras de conseguir la repetición electoral de las autonómicas en Cataluña. Primera: no invistiendo a Pere Aragonès como presidente de la Generalitat. Segunda: invistiendo a Pere Aragonès y constituyendo un gobierno de coalición entre ERC y Junts con la intención de que fracase en un par años como máximo. ERC y Junts –con la probable colaboración de una CUP que siempre vota a la derecha, sea la derecha de ERC o la derecha de Junts- han escogido la segunda opción. Como dijo en su día Joan Tardà, el gobierno de la Generalitat tendrá su Vietnam diario. ¿Cómo encajar las visiones distintas –“moderados” versus talibanes- de uno y otro -añadan la ANC y Òmnium, que también tienen vela en este entierro- sobre el futuro del “proceso”? ¿Qué consensos serán capaces de articular estos expertos en broncas y fracasos? ¿Qué ocurrirá con una mesa de diálogo que Junts torpedeará desde el principio? ¿Cómo se zafará ERC de la tutela de un Carles Puigdemont que tendrá el apoyo de Junts ? ¿Hay alguien ahí que acepte el papel de segundón? ¿Durante cuánto tiempo se soportarán?
Es cierto que hay algunas cosas que unen a ERC y Junts. A saber: asegurar las nóminas de los cargos medios y altos de la Administración autonómica así como el miedo a la repetición electoral inmediata. No hay que dejar a los correligionarios sin nómina y los conmilitones de la causa bien se merecen otro placebo. Propiamente hablando, hay algo más que facilita el acuerdo. ERC ansiaba la presidencia de la Generalitat y finalmente ya la ha conseguido, aunque sea a cambio de la pérdida de autoridad. Por su parte, Junts quería seguir marcando el ritmo del Govern y también -las consejerías y el aparato de propaganda del Régimen, por ejemplo- lo ha conseguido. ¿Cuánto durará la pax catalana decretada para aplacar los ánimos de la galaxia independentista? Si han sido incapaces de entenderse durante los últimos cuarenta años, ¿cómo lo lograrán ahora cuando la hegemonía nacionalista está en juego? Puro instinto de supervivencia .
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