Capitalizar

La política catalana se conjuga con el verbo capitalizar. Yo capitalizo: JpC quiere capitalizar la reunión de Joaquim Torra y Pedro Sánchez dando a entender que el Gobierno pasó por el aro del Palau para implementar una mesa bilateral de diálogo Govern/Gobierno en que se podrá hablar de todo. Tú capitalizas: el PSOE (PSC) quiere capitalizar dicho encuentro haciendo ver que las cuarenta y cuatro medidas presentadas por Pedro Sánchez, además de poner fuera de juego a JpC, se mueven en el marco de la Constitución. Él capitaliza: ERC quiere capitalizar el contacto entre Joaquim Torra y Pedro Sánchez aduciendo que fueron ellos -los republicanos- quienes posibilitaron el encuentro y todo lo que pueda deparar. Nosotros capitalizamos: el independentismo quiere capitalizar las conversaciones al suponer que fue un paso adelante -poco a poco- en la convocatoria y celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña. Vosotros capitalizáis: el constitucionalismo quiere capitalizar el intercambio de opiniones en el Palau al considerar que todo lo que se dijo y se pudo acordar no sobrepasó el marco de la legalidad democrática del Estado de derecho. Ellos capitalizan: Podemos quiere capitalizar la mesa de diálogo al personarse en la misma como una suerte de tercera vía que limará asperezas.

Ahí no acaba la cosa si tenemos en cuenta que Carlos Puigdemont y sus acólitos legitimistas quieren capitalizar el conciliábulo del Palau al proponer la figura -como si de dos Estados en conflicto se tratara- de un relator que intermedie entre las partes y levante acta . En este caso, se trata de una capitalización obtenida gracias a la descapitalización de ERC, PSOE (PSC) y Podemos obtenida previa obstaculización - torpedeo- de la mesa de diálogo. Y todo eso, ¿para qué? Probablemente, para nada. Sí, una impostura. Pero, no exenta de toxicidad. Mientras tanto -por lo que pueda pasar-, Galicia y el País Vasco adelantan las autonómicas para no coincidir con las catalanas. No quieren contaminarse.