Miquel Porta Perales - El oasis catalán
Cambios
Nada cambia: ERC quiere gobernar como sea, la coalición ERC-Junts continúa con el agua al cuello, ERC y los comunes -tú en la Generalitat y yo en el Ayuntamiento de Barcelona- cambian cromos
Gracias a los comunes, que retiran la enmienda a la totalidad de los Presupuestos de la Generalitat de Cataluña, el Govern dispondrá del dinero presupuestado. Corrijo: el Govern no podrá disponer de ello, porque los ingresos previstos se han calculado en función de variables -impuestos recaudados, fondos europeos, traspasos del Gobierno o bonos que pueda endosar al mercado- que resultan altamente volátiles. Cabe añadir la repercusión que la inflación y el precio de la energía tengan sobre la previsión recaudatoria.
Nada cambia y algo puede cambiar. Nada cambia: ERC quiere gobernar como sea, la coalición ERC-Junts continúa con el agua al cuello, ERC y los comunes -tú en la Generalitat y yo en el Ayuntamiento de Barcelona- cambian cromos. Algo puede cambiar: ¿El eje izquierda-derecha desplazará al eje independentismo-autonomismo? ¿Cuánto duraría el cambio? ¿Un paréntesis hasta «volverlo a hacer»? ¿ERC romperá la 'unidad' independentista? ¿Junts se fracturará? ¿Quizá a medio plazo un tripartito ERC, PSC y comunes? ¿El PSC presidiría el tripartito por haber ganado las elecciones?
En cualquier caso, el independentismo sigue coleando: ahí está Jaume Giró, consejero de Economía y Hacienda de la Generalitat, que, desde el atril del Parlament, en el fragor del debate, señala -para que no les tilden de «traidores»- que «nadie nos puede reprochar que no seamos suficientemente soberanistas». Añade que los Presupuestos mejorarían si existiera la plena soberanía de Cataluña. Pero, el destino juega a favor de Cataluña: «Estoy convencido que antes de morir veré la independencia de Cataluña. Y, cuando llegue el día, nadie que esté en esta cámara pedirá que el país vuelva a la situación previa». Un alarde de lírica, fantasía, patetismo y victimismo. Giró debe aterrizar en la realidad y articular una política de estabilidad que devuelva la deuda de la Generalitat: 79.486 millones de euros repartidos entre el Estado y la banca. ¿Qué sería de la Generalitat sin el Estado y la banca?