Artillería

La artillería independentista contra la sentencia del TSJC sobre los ex miembros de la Mesa del Parlament y de la Audiencia Nacional que absuelve a Trapero. No entiende por qué los miembros de la Mesa fueron condenados a 18 meses de inhabilitación por desobediencia mientras que Forcadell recibió una condena de 11 años y 6 meses de privación de libertad. Tampoco entiende por qué Trapero ha sido absuelto mientras a Junqueras y compañía les cayeron penas de entre 9 y 13 años. La artillería: «Ataque al parlamentarismo y la libertad de expresión», «aberración democrática», «injusticia», «barbaridad», «represión».

¿Qué ocurre? El filósofo hablaría de alienación, el psicólogo de obnubilación, el psicoanalista de disonancia cognitiva, el sociólogo de anomia, el politólogo de tacticismo populista, el teólogo de fe, el pedagogo de dificultad en el proceso de aprendizaje democrático, el historiador de manoseo de textos, el publicista de persuasión indirecta y el novelista de cuentistas. Muchos pocos hacen un mucho. ¿Por qué la inhabilitación de la Mesa? Anoten: desobediencia «contumaz, obstinada, recalcitrante, persistente, abiertamente opuesta a las prescripciones del Tribunal Constitucional». ¿Por qué la presidenta del Parlament recibe una pena mayor? Anoten: «Privilegiada posición», «papel decisivo», «organizó», «protagonizó», «desoyó» y ejerció la «dirección» de una «legalidad paralela carente de validez». Oriol Junqueras y compañía: «Sedición en concurso medial con un delito de malversación de fondos públicos, agravado por razón de su cuantía». Por su parte, Trapero -de héroe a villano y de villano a héroe: lo aprovechan todo- no participó en la voladura del Estatuto y la Constitución, ni en la convocatoria del ilegal 1-O, ni en la DUI. Y tenía -dijo- un plan para detener al «president» si la Justicia así lo requería. Efectivamente, hay una causa general: el independentismo autocrático contra la democracia. Una artillería de feria que, como diría Aristóteles, conjuga lo feo y lo cómico.