Miquel Porta Perales - El oasis catalán
Almanaques
«Los calendarios y almanaques catalanes se centran fundamentalmente en la tierra y el cielo»
Quizá no sea una casualidad que las dos publicaciones periódicas más antiguas que se editan de forma continuada en Cataluña sean el ‘Calendari dels Pagesos’ y el ‘Calendari de l´Ermità’. El primero, data del año 1861. El segundo, del año 1875. Ahí es nada: 160 años y 145 años les observan. Por si fuera poco -hay mercado-, a ambos cuadernos les ha salido la competencia: la ‘Agenda del Pagès’ (1985) y el ‘Almanac del cordill’ (2002). Vale decir que algunos de estos almanaques -precio módico- llegan a los cincuenta mil ejemplares de tirada anual. El contenido: agricultura, astronomía, referencias religiosas tradicionales o gastronomía. En definitiva, los calendarios y almanaques catalanes -recogiendo la tradición española de los Almanaques y Pronósticos del XVIII y XIX- se centran fundamentalmente en la tierra y el cielo. Y el caso es que esa fragancia terrenal y celeste que exhalan los calendarios y almanaques citados, se ajusta, en buena manera y por partida triple, con la realidad catalana de nuestros días. Por un lado, con la conocida como Cataluña catalana. Por otro lado, con la Cataluña metropolitana que ha convertido la naturaleza en una suerte de diosa a la que hay que adorar por decreto. Finalmente, con la renacida Cataluña naíf. La Cataluña catalana -esto es, el nacionalismo telúrico- que considera la tierra como alma y espíritu de la Patria: del «saturado de amor a la tierra» de la Renaixença a «nuestra tierra» de Carles Puigdemont pasando por «una tierra que es nuestra tierra» de Jordi Pujol. La Cataluña metropolitana que transfigura la ecología en religión -los huertos urbanos como templos- y hace de la tierra y el desarrollo sostenible una fuente de espiritualidad. La Cataluña naíf que transforma calendarios y almanaques en objetos artísticos, expresión de la naturalidad e ingenuidad, que cuelgan -no es una broma- de la pared de la cocina a modo de sedante o estimulante. Un caso digno de estudio. En cualquier caso, el almanaque es un registro para consultar todos los días del año.