Miguel Arimont Lincoln - Tribuna Abierta
Coletazo de la Covid-19: el impacto en la morosidad hipotecaria
Es previsible que la deuda hipotecaria suba entre el 50 y el 60% en España este año
La Covid-19 ha tenido consecuencias profundas en la sociedad española, no solo a nivel sanitario, sino también, como era de esperar, a nivel económico: la parálisis a la que nos enfrentamos durante los meses de marzo, abril y mayo del año pasado se convirtió en una auténtica pesadilla para muchas empresas, que se vieron obligadas a cerrar sus puertas y despedir el personal. Otras, aplicaron ERTEs a los trabajadores para sobrevivir, una decisión que dejó a muchas familias en un limbo del que todavía no han podido salir.
Esta incertidumbre e inestabilidad económica se ha traducido, pues, en un aumento de la tasa de desempleo, que ha llegado hasta el 16,1%. El año de la pandemia acabó con la destrucción de 622.600 puestos de trabajo, una cifra que engloba a muchas familias que se enfrentan a dificultades económicas que amenazan la solvencia de estas. Por lo tanto, debido a estas circunstancias, entre otras, es previsible que la deuda hipotecaria suba entre el 50 y el 60% en España este año, por lo que pasaría desde alrededor de los 84.000 millones de euros a unos 120.000-130.000 millones de euros. Este incremento está claramente vinculado al aumento de morosidad bancaria por la falta solvencia de los deudores, pero no podrá notarse hasta principios del año que viene, ya que es previsible que las medidas de moratorias que ha implementado el Gobierno acaben entre el segundo y tercer trimestre de este año, y los efectos económicos de los mismos se vean reflejados en ejercicios posteriores. Cuando esto ocurra, se generarán grandes cantidades de impagos que llegarán a afectar a las entidades bancarias.
Como era previsible, vistas las restricciones aplicadas por el Gobierno, en el marco de esta crisis económica, los activos inmobiliarios más afectados serán los locales comerciales, ya que el sector del retail y la restauración son los que se ven obligados a limitar su actividad.
Pese a todo, hay varias diferencias entre esta crisis económica y la que vivimos en 2008 con la Gran Recesión. Mientras que en 2008 la crisis fue generada, básicamente, en ámbito financiero, la crisis de la Covid-19 es una crisis esencialmente de oferta y demanda, un efecto colateral de las medidas de contención adoptadas paran frenar las olas de contagios. Aunque la sensación de incertidumbre es parecida, así como los efectos en la sociedad, la recuperación se podrá ver cuando el virus cese de propagarse y en la medida en que los gobiernos levanten las restricciones.
Miguel Arimont Lincoln es CEO de LEM Loan eMarket