Más de 101.000 alumnos contagiados en diez días: Los colegios catalanes, desbordados por Ómicron
En las últimas 24 horas se han contabilizado 22.970 en la educación y 17.000 menores han pasado a estar confinados
La alta incidencia del Covid en los colegios tras el parón navideño y ante el 'boom' de casos por Ómicron era previsible pero los datos, que día tras día crecen, están llevando a los centros a un punto crítico. La falta de personal sumado a los cambios constantes de protocolos han dificultado todavía más la gestión de los positivos. El consejero catalán de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, con todo, ha garantizado que las escuelas no cerrarán a pesar de los momentos complicados.
Los datos no dejan duda del caos en las aulas. En las últimas 24 horas se han contabilizado 22.970 infectados en la educación y 17.000 menores han pasado a estar confinados. Desde que arrancaron las clases tras las Navidades han sido más de 101.000 los alumnos y 11.500 profesores que han dado positivo. En total, hay 120.277 personas de la comunidad educativa guardando cuarentena y hay 181 grupos estables confinados, 78 más que ayer.
A la práctica estos casos están derivando en situaciones de tensión en los centros. Por un lado para gestionar la falta de personal, que está siendo uno de los mayores problemas. Y es que los docentes y personal administrativo están sufriendo también el Covid. En los diez días de clase de este año, el departamento de Educación ya ha tenido que sustituir a 8.000 docentes: los nombramientos diarios siguen activos para intentar resolver el alud de bajas y esta semana: hasta el miércoles se han formalizado más de 2.750 sustituciones.
"La situación va a peor . Están creciendo los positivos de manera exagerada. Era previsible, al no haber evitado la entrada de los positivos después de las fiestas", ha lamentado Iolanda Segura, la portavoz del sindicato Ustec en una entrevista en TV3. El sector denuncia que han faltado medidas preventivas, así como cribajes previos.
La saturación en los ambulatorios también está complicando las cosas. Al conocerse un positivo en clase se suele activar la realización de pruebas para toda la clase pero los CAP están desbordados y se están dando situaciones dispares. Algunos ejemplos que ha conocido ABC: hay centros que han tenido «la suerte» de que los profesionales sanitarios se desplacen allí para realizar un test de antígenos (con presencia de padres en el caso de los más pequeños) y algunos grupos han tenido que acudir directamente a los ambulatorios. Hay alumnos a los que les hacen un test de antígenos y a otros pruebas con saliva. Hay clases a las que les realizan pruebas 24 horas después de un primer positivo (cuando se dice que la infección se detecta pasado más tiempo) y a otras tardan 3 o 4 días para una prueba.
A todo ello se suma que los antígenos no siempre detectan casos, con lo que niños que han dado negativo y que pueden estar incubando el virus siguen acudiendo a clase y pueden ir contagiando a otros. De hecho, es lo que ya pasaba hasta ahora, con la diferencia de que la variante Ómicron es altamente contagiosa y especialmente asintomática. Además, tengan Covid o no, muchos alumnos tienen mocos y tos, típico en esta época y más con la presente ola de frío, lo supone un problema más para todos.
Nuevos protocolos para cubrir las bajas
Ante esta situación, Cambray ha explicado esta mañana que el departamento de Educación flexibilizará todavía más los protocolos para intentar cubrir el alud de bajas. Así, en breve y de forma extraordinaria, los profesores de secundaria podrán implantar clases también en primaria .
Además, el consejero ha intentado negar que la situación en las clases esté descontrolada, sino que únicamente la situación está tensionada y existen algunos desajustes con la aplicación de los protocolos, y ha dado por hecho durante una entrevista en Rac1 que a pesar de la difícil situación actual las escuelas seguirán operando como hasta ahora y "no están en peligro de cerrar".
En este sentido, ha dejado claro que su departamento intentará "garantizar al máximo la prespecialidad" y que la situación sería más fácil si se confinaran más grupos, aunque se está priorizando mantener la presencialidad en las clases porque han visto que es mucho más beneficioso.