MANEL MONTERO - TRIBUNA ABIERTA

Los efectos de la guerra entre Ucrania y Rusia empiezan a notarse en los hidrocarburos españoles

Llenar el depósito de combustible seguirá siendo más caro en España; mientras que nuestras facturas de luz y gas también se verán incrementadas

El conductor de un vehículo reposta en una gasolinera EFE

Manel Montero

Las primeras consecuencias del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia se están empezando a notar por toda la Unión Europea . Una de las mayores preocupaciones que existe, desde el punto de vista económico, es la posible subida del precio de los hidrocarburos, pues Rusia es una de las principales exportadoras de gas de Europa.

En el caso de español, nuestro país se encuentra en la actualidad en la lista de los 10 países que más gas importa . Esta afirmación, en un primer momento, podría parecer preocupante dada la actual coyuntura internacional, sin embrago, la realidad es muy distinta.

Si bien es cierto que España depende de sus importaciones para abastecer los hogares de millones de españoles de energía, el gas recogido proviene principalmente de Argelia. Por lo tanto, en términos acceso a la materia prima, la guerra entre Rusia y Ucrania no debería afectarnos de forma directa en lo que a falta de suministros se refiere . Por su parte, en el caso del resto de nuestros socios comunitarios, la dependencia del gas ruso es mucho mayor, rondando el 46% aproximadamente.

En este contexto, podemos afirmar que lo que ha sucedido por el momento es un efecto rebote sobre las fuertes subidas de precios que veníamos experimentando . De este modo, el resultado ha sido un descenso de los precios del gas del 20% y una caída del precio de compra del gasóleo en España de 46 €/m3, cotizando el barril de Brent por debajo de los 100 dólares americanos.

Este fenómeno se ha producido en respuesta a las primeras sanciones económicas anunciadas tanto por la Unión Europea como por los Estados Unidos ante Rusia, las cuales, al menos de momento, están siendo interpretadas como «leves» en el entorno económico internacional ¿El motivo? El miedo a un incremento mayor de los precios y un nuevo periodo de inflación, que frenaría por completo las tendencias acumuladas del año 2021 que hacían pensar que 2022 sería un año clave en la recuperación económica de las principales potencias mundiales después de dos duros años de inestabilidad pandémica.

Con esta amenaza sobre la inflación muy presente, se está empezando a apreciar una deriva al alza del coste de productos energéticos impulsada, hasta cierto punto, por la invasión de Rusia a Ucrania . En términos generales, apreciamos subidas en los costes de producción, que son cada vez mayores, así como problemas de suministros en algunas industrias, que ya comenzaron durante los primeros años de pandemia y que ahora, dado el marco geopolítico internacional, podrían perdurar todavía más en el tiempo. Todo esto, en definitiva, repercute de manera directa en los precios que pagan los consumidores finales.

El ciudadano español ya viene combatiendo esta inflación en la medida de lo posible. Los ejemplos más recientes fueron los alimentos, el vestido y el calzado, con aumentos interanuales del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de casi el 4% en el último año . Ahora, si parecía que empezábamos a comprender la pandemia del coronavirus y trazar un futuro más estable, la guerra de Ucrania vuelve a azotar por completo la economía y poner en riesgo, todavía mayor, la recuperación total.

Retomando nuestra temática principal, los precios de los hidrocarburos podrían incrementarse todavía más . Y es que, si hablábamos de un efecto rebote inicial ante unas primeras sanciones económicas de carácter más liviano, la suspensión de Rusia de SWIFT (el sistema que facilita las transacciones bancarias en todo el mundo) podría acarrear consecuencias más graves, ya es que no solo se verían afectadas las transferencias económicas directas de determinados países con Rusia, sino que también alcanzaría a los cobros entre empresas del resto del mundo que hacen negocios con compañías rusas.

Por el momento, tanto la Comisión Europea como los Estados Unidos han tomado la decisión de expulsar a determinados bancos de este sistema bancario internacional . No obstante, hay que destacar que, hasta el momento, no se trata de una desconexión total, sino de una selección de bancos muy concreta que permite que se sigan realizando la totalidad de los pagos relacionados con los hidrocarburos, es decir, el gas y el petróleo.

Con este escenario, por lo tanto, llenar el depósito de combustible seguirá siendo más caro en España; mientras que nuestras facturas de luz y gas también se verán incrementadas, y, por consiguiente, los costes de transporte y mercancías también se encarecerán . El futuro, de imponer Estados Unidos y Europa sanciones más duras, luce todavía más preocupante, ya que la respuesta de los mercados internacionales será más dramática, comportando una mayor inflación y un freno en el crecimiento económico después de dos años de pandemia.

Manel Montero es director del grupo Moure .

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