La Justicia deja impune el asesinato de Pedro Álvarez
El Supremo archiva de forma definitiva el caso. El único detenido por el crimen, un policía nacional, quedó en libertad a los pocos días por falta de pruebas. El joven murió en Hospitalet en 1992 tras recibir un disparo en la cabeza
Piden reabrir el caso de Pedro Álvarez y que lo investiguen los Mossos
Un crimen impune. Casi 30 años después, el Tribunal Supremo ha archivado de forma definitiva la causa por el asesinato de Pedro Álvarez . Fue el 15 de diciembre de 1992 cuando un individuo le pegó un tiro en la cabeza. Lo hizo desde un coche, con el que previamente intentó atropellarlo. A él y a su novia. Ocurrió en la avenida Cataluña de Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
El principal sospechoso de haber matado al joven de 20 años fue José Manuel S., un agente de la Policía Nacional en la capital catalana, que quedó en libertad por falta de pruebas concluyentes a los pocos días de ser detenido. El caso se archivó de forma provisional en 1994 y, tras su reapertura, volvió a archivarse en el 2000.
La familia volvió a recurrir a la Justicia para dar con el asesino de Pedro casi dos décadas después del crimen, pero la Audiencia de Barcelona desestimó su recurso . Alegaron que las nuevas técnicas de investigación podrían arrojar nuevos indicios sobre la presunta implicación del uniformado, pero el tribunal denegó la posibilidad de buscar restos de sangre en el coche del policía, o restos biológicos en las balas intervenidas, al considerar que dicha posibilidad era «tan remota como prácticamente inexistente».
El abogado de los Álvarez, Benet Salellas , recurrió entonces al Supremo que, un auto fechado el 14 de junio consultado por ABC, ha dado carpetazo definitivo al caso. Los magistrados consideran que «el transcurso del tiempo ha extinguido la responsabilidad penal» por el crimen de Pedro.
«La investigación que se hizo de un hecho tan grave, como es que un joven muera tiroteado en medio de Hospitalet , incluso en aquella época [1992], no fue una investigación al uso. No la llevó la Unidad de Homicidios, que era la que se encargaba entonces, y eso ya desencadenó una serie de irregularidades, como que no se preservara la escena del crimen. A partir de ahí, fue muy limitada», explicó Salellas a ABC antes de conocer la decisión del Supremo.
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