Joan Carles Valero - Letras expectativas
Jugarse la piel
«Lamentablemente, está muy extendida la práctica periodística funcionarial en los medios públicos»
Con motivo de la reciente publicación del libro «Los periodistas estábamos allí para contarlo», coordinado por Fernando Jáuregui, en el que un grupo de informadores repasa la Transición democrática española a través de sus vivencias de la época, el Club de Roma y la Obra Social de La Caixa organizaron ayer una mesa redonda para reflexionar sobre el papel de la profesión periodística en la compleja situación que vivimos en Cataluña, España y Europa. Está muy extendida la opinión de que hemos iniciado algo semejante a una segunda Transición, que obligaría a una reforma constitucional necesariamente nacida del consenso, como ocurrió hace 40 años. Lamentablemente, uno de los axiomas más importantes del Periodismo, como es descartar todo tipo de sesgo intencional, se vulnera hoy constantemente, hasta el punto que los medios públicos de la Generalitat son aparatos de agitación y propaganda y no sirven al conjunto de la sociedad porque se dirigen solo a una parte.
Habría que introducir un nuevo juramento hipocrático en el sentido de que solo sea periodista quien ante la sociedad se responsabiliza continuamente y mediante su rúbrica de buscar, contrastar, encontrar y publicar la verdad, o lo que honradamente entienda que es la verdad en unos momentos que ya se sabe que hay muchas verdades conviviendo, y muchas más mentiras. La única intencionalidad irrenunciable, subraya Jáuregui en la introducción del libro, es la de despejar la incertidumbre social mediante la información que la sociedad genera y que el Periodismo le devuelve organizadamente, por ser solo ella su verdadera propietaria.
Pero lamentablemente, está muy extendida la práctica periodística funcionarial en los medios públicos. Un caso paradigmático es el de la segunda ciudad de Cataluña. La alcaldesa Núria Marín ofrecerá hoy su conferencia anual sobre el estado de L’Hospitalet en el Hotel Hesperia Tower en olor de multitudes. Y los periodistas municipales se volcarán con la «jefa». Pero ninguno acude a cubrir el ciclo de cenas públicas con los ex alcaldes organizado por Foment de la Informació Crítica (FIC LH). El viernes día 8 le toca a Celestino Corbacho, tras haber «exprimido» anteriormente a Juan Ignacio Pujana y Vicenç Capdevila. ¿Alguien puede imaginar que en Barcelona no acudiera BTV a un ciclo con Narcís Serra, Joan Clos o Jordi Hereu? Hay que jugarse la piel funcionarial si se quiere seguir siendo periodista.