audiencia de barcelona
El juez ordena investigar al padre de la asesina del crimen de la Guardia Urbana por falso testimonio
El presidente del tribunal señala también a un vecino y a un mando policial por encubrimiento
El magistrado del Tribunal del Jurado que juzgó a los guardias urbanos Rosa Peral y Albert López, condenados por el asesinato del novio de ésta, ha ordenado investigar al padre de ella por falso testimonio, así como a un vecino y al excabo del cuerpo J.J. Leal, también por encubrimiento.
En su sentencia, con la que condena a Peral y a López a 25 y 20 años de cárcel, respectivamente, el juez Enrique García acepta deducir falso testimonio contra los tres testigos y ordena que se abra una causa aparte para investigar si cometieron un delito, tal como solicitó el Ministerio Fiscal.
Estipula así que se deduzcan sus testimonios y se tengan en consideración las declaraciones que hicieron durante el juicio oral, así como las de los miembros de los Mossos d'Esquadra o agentes de la Guardia Urbana que los «contradijeron».
El fiscal Félix Martín solicitó en su informe de conclusiones que se dedujera falso testimonio contra el padre de la ahora condenada, Francisco Peral, por haber negado que su hija le pidiera mentir y argumentar que se «equivocó» cuando dijo que vio a la víctima un día después del crimen.
En su declaración durante a vista oral, afirmó que se confundió al decir a la policía que vio a su yerno y no a un vecino un día después del asesinato, a pesar de que los Mossos d'Esquadra dijeron que les había confesado que «mintió» porque la acusada «se lo había pedido» .
En el caso del cabo J.J. Leal, que fue superior de Peral y López en la Guardia Urbana y con quien -dijo- todavía conserva la amistad, el juez ha aceptado investigarlo por un presunto delito de encubrimiento del crimen , además de por falso testimonio.
El fiscal sospecha que ayudó a Peral a construir una coartada a raíz de una conversación telefónica en la que se referían a los problemas de memoria de su padre después de que éste presuntamente mintiera a la policía, una llamada que considera una «farsa» teatralizada porque ya sabrían que sus móviles estaban pinchados.
Por otro lado, el magistrado ha ordenado investigar a Manuel G., un vecino y amante de Peral, después de que el Ministerio Público lo solicitara al entender que tenían una relación más íntima de lo que éste admitió durante el juicio, en el que recalcó que su relación se limitó a un único encuentro sexual.
Se trata del mismo testigo que vive frente al domicilio de la condenada y que en fase de instrucción dijo haber escuchado el ruido de una motosierra la mañana del 3 de mayo de 2017, cuando el cadáver de la víctima ya había sido trasladado al pantano de Foix, donde fue calcinado en el interior del maletero.