Juan Milián Querol - Tribuna Abierta
Una Cataluña mejor
La mala política tiene un precio que pagan, sobre todo, los más vulnerables
Prometieron un proceso de independencia y nos han endilgado un proceso de decadencia. No otra cosa es el identitarismo: tensión social y declive económico. La fuga de empresas se aceleró el año pasado. 1.164 huyeron de la inseguridad jurídica y el infierno fiscal. En Madrid las reciben con los brazos abiertos, mientras en Cataluña los restauradores claman en la calle: «¡Ayuso, ven aquí!». Menos empresas es menos trabajo. En el último año el paro se ha disparado un 31,56 por ciento en Cataluña, un aumento muy superior a la media española, 16,54 por ciento. Ya son 537.900 los catalanes que quieren trabajar y no pueden.
La mala política tiene un precio que pagan, sobre todo, los más vulnerables. La pandemia ha golpeado a todo el mundo, pero en Cataluña el daño es doble por la confluencia de populismos tóxicos en la barcelonesa plaza de San Jaime. En el ayuntamiento gobierna la izquierda de la turismofobia y la estigmatización del emprendedor. Y desde la Generalitat siguen los monotemáticos hostigando a media Cataluña. Si tras las elecciones del 14-F siguen gobernando los mismos, pronto en Cataluña será más fácil que te okupen la casa que elegir la escuela de tus hijos. Sin embargo, los catalanes no estamos condenados a vivir siempre con la losa nacionalpopulista sobre nuestras espaldas.
Una Cataluña mejor es posible. El proyecto del Partido Popular catalán, liderado por Alejandro Fernández, plantea un cambio real. Plantea liberar las fuerzas de la sociedad civil con una agenda de libertad: rebaja de impuestos, desburocratización, profesionalización de la administración y neutralidad de las instituciones. Esta agenda permitirá a la economía catalana volver a crecer con fuerza, recuperando empresas y creando más y mejor empleo. Permitiría rescatar a aquellos sectores que han sido más golpeados por la pandemia y por la Generalitat, y reforzar la sanidad. Es este también un proyecto que está sabiendo unir a personas de orígenes diferentes en torno a tres objetivos comunes: salud, trabajo y convivencia.