Juan Carlos Valero - Letras Expectativas

Es la industria, estúpidos

Ahora las máquinas digitales sustituyen al humano con mayor precisión en decisiones complejas, repetitivas y tácticas

Juan Carlos Valero

La industrialización masiva facilitó la sustitución de la fuerza animal y humana por la mecánica. Ahora, las máquinas digitales sustituyen al humano con mayor precisión en decisiones complejas, repetitivas y tácticas. Hasta el punto que se calcula que el 40 % de los trabajos actuales, aproximadamente el 14 % de la actual fuerza laboral, no serán necesarios en un futuro cercano.

No se estrese. Esto ya ocurrió en cada una de las anteriores revoluciones industriales. Antes de la primera, la sociedad era agrícola, el 98 % de la población vivía en el campo y no existían las ciudades como las entendemos hoy, pero la mecanización incrementó la capacidad productiva agrícola para alimentar a más gente. Ahora, los retos son el envejecimiento de la población por mayor longevidad, el incremento de la brecha social , y la sostenibilidad medioambiental del planeta.

Nuestro país está en el pelotón global que lidera la cuarta revolución industrial a través de la fabricación inteligente, conectada y autónoma. España está en la posición 24 del ranking de la revolución digital de la mano de la inteligencia artificial, la robótica y el internet de las cosas. Nos queda una buena base industrial, sobre todo en Cataluña. La mayor amenaza es la tremenda velocidad del cambio . Necesitamos líderes capaces de gestionar riesgos y personal cada vez más cualificado. Cuanto más tardía sea la transformación, mayor y más dura será la crisis que se avecina. Pero en Cataluña y el resto de España, las ayudas gubernamentales son escasas, en su mayoría provenientes de la Unión Europea, y tienen más una función paliativa que impulsora de cambio estructural.

En un Estado del bienestar como el nuestro, no podemos dejar a nadie en la cuneta. Por eso aplaudo el refuerzo de las políticas sociales del acuerdo presupuestario alcanzado entre Govern y En Comú Podem. Lo único que lamento es que ese acuerdo no ayudará la urgente materialización del pacto para la industria suscrito en Cataluña, dado que el conjunto de políticas de dinamización económica de ese presupuesto no llega ni a al 1 % de los 3.070 millones de incremento del gasto. La maldición se cierne sobre las buenas voluntades, porque cada euro ahorrado en la economía productiva se multiplicará luego en política social. Los bueyes siempre tienen que ir delante del carro. Es la industria, y en la cuarta revolución, no se permitirán estupideces.

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