Recuperemos Barcelona

El pasado día 4 de marzo Barcelona sufrió un duro golpe a su reputación. Por primera vez en la historia democrática, la máxima autoridad de la ciudad entraba en un juzgado para declarar como imputada por malversación y prevaricación, entre otros delitos. Más allá de las derivadas judiciales de todo el caso, la imagen fue bochornosa para todos los barceloneses. Fue claramente un desprestigio para Barcelona, y precisamente no vamos sobrados de prestigio y buena imagen internacional para echarla por los suelos.

La marca Barcelona ha tardado años y años en construirse con el esfuerzo de muchísimas personas. Tuvo su gran auge durante los Juegos Olímpicos de 1992, los mejores de la historia, pero en los últimos años ya queda poco de eso. Precisamente uno de los epicentros de los Juegos, la montaña de Montjuïc, está hecha un auténtico desastre: suciedad, vegetación sin cuidar y un desastre viario que provoca que los barceloneses no la disfruten. Uno de los dos grandes pulmones verdes de la ciudad da la espalda completamente a la ciudadanía, porque ya no es atractivo.

Este es solo un ejemplo de la decadencia de la ciudad, de la pérdida de oportunidades como la ampliación de aeropuerto, la Agencia Europea del Medicamento o el Four Seasons. Pese a que todo esto pinta muy negro, hay una noticia positiva, una leve esperanza para revertir la situación: queda solo un año de alcaldía de Colau. En 2023 Barcelona se tiene que levantar, volver a alzar el vuelo, cambiar el gris por los colores vivos y cambiar la decadencia por libertad y prosperidad. Simplemente hay un camino, devolver Barcelona a los barceloneses y convencernos de que la ciudad puede volver a ser lo que era, amable para los vecinos, cordial para el turista y atractiva para la inversión internacional.

Josep Bou es presidente del grupo del PP en el Ayuntamiento de Barcelona