Joan Carles Valero - Letras expectativas
L'H y Don Tancredo
«En muchos de sus masificados barrios brilla por su ausencia el Estado del bienestar, como pone de manifiesto la pandemia»
Esta legislatura de mayoría absoluta iba a ser un balneario para la alcaldesa de l’Hospitalet, Nuria Marín, que también es presidenta del PSC y de la Diputación de Barcelona. La historia del movimiento ciudadano en la segunda ciudad catalana fue antaño intensa. Ahora, Marín no tiene que enfrentarse a movilizaciones en la puerta de su despacho, pese a que en muchos de sus masificados barrios brilla por su ausencia el Estado del bienestar, como pone de manifiesto la pandemia. La gente está ocupada con llegar a fin de mes y no contagiarse. Y cuando protesta, la alcaldesa suele contestar que se la trae al pairo, tal y como revela un video suyo que se ha hecho viral.
La oposición a Núria Marín ha optado por movilizar a la Justicia. Dos sentencias del TSJC consecutivas han paralizado su mayor proyecto: la construcción de un «biopol» de 26 rascacielos en los alrededores del Hospital de Bellvitge, en paralelo al soterramiento de la Gran Vía desde plaza Europa, donde ya transcurre bajo tierra, hasta la C-31, conocida popularmente como autovía de Castelldefels. La falta de aprobación del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), competente en materia de urbanismo, porque su presidenta, Ada Colau, no quiso negociar con Marín, invalida el proyecto pese a la aprobación por parte del Ayuntamiento hospitalense y de la Generalitat. Otra sentencia, también del TSJC, frena la conversión en parque metropolitano de Cal Trabal, la última zona agrícola de esa ciudad, porque las zonas verdes tienen que ser accesibles para la ciudadanía y no estar en medio de un nudo viario junto al Llobregat.
El tercer frente opositor también es de la Justicia. El Juzgado 2 de l’Hospitalet investiga la presunta corrupción en el Consejo de Deportes de esa ciudad, regado por subvenciones públicas. La juez investiga si sus responsables han «distraído» medio millón de euros anuales. El caso, antes de ir al Juzgado, lo denunció a Marín uno de los concejales socialistas, acusando de irregularidades a otros dos compañeros suyos en el gobierno municipal. Hacer de don Tancredo no resultó.
