Joan Carles Valero - Letras expectativas
«Vulnerhabilidad»
«El papel de los municipios es fundamental en la lucha contra el virus como las trincheras de la UE»
La Fundación IRES ha puesto una H silenciosa pero poderosa a la vulnerabilidad, esa marca de existencia que acuñó Simone Weil, que intercalada con la única letra muda pero tenaz revela las capacidades que tenemos para transformar nuestras vidas. De forma colectiva, en un ámbito como el municipal, con los retos a que nos obliga la pandemia descubrimos nuevas habilidades: hemos consumado la revolución tecnológica y reforzamos nuestras redes económicas y sociales de proximidad.
En el caso de una ciudad media como San Boi de Llobregat, rótula del sur de la metrópoli barcelonesa, lo hace inspirada en el concepto «kintsugi», una técnica de origen japonés del siglo XV para reparar cerámica rota con barniz de resina mezclado con polvo de oro. La reparación, visible a simple vista, hace que las piezas muestren su historia y su mutación para ganar valor al convertirse en únicas. El «kintsugi santboiano», liderado por la alcaldesa María Lluïsa Moret, repara daños con 5,1 millones de euros en distintos frentes, empezando por 600 familias vulnerables, y aprovecha la pandemia como impuso transformador, como una palanca de cambio de ciudad sostenible y saludable, orientada hacia la cultura de los cuidados y la salud en general, con el GPS de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el motor de un pacto de ciudad.
Iniciativas como las tarjetas monedero que permiten que el consumo de las familias revierta en el comercio local, un programa que subvenciona hasta el 70 por ciento del coste de las inversiones que realicen 121 empresas o microempresas o el apoyo a la cultura, los emprendedores locales y gimnasios, se intenta que lo vulnerable mute en habilidades orientadas a la nueva era. El papel de los municipios es fundamental en la lucha contra el virus como las trincheras de la UE, y por eso deben ser compensados con una mayor participación en los fondos de recuperación económica y social Next Generation. Porque, como San Boi, subrayan la H de nuestra «vulnerHabilidad».